El 'clown' de la jungla

En aquella mítica revista de humor que se llamóLa Codorniz había una sección muy popular titulada Tiemble después de haber reído. Ahora, 50 o 60 años después, el tremendoFrank de la jungla(Cuatro) utiliza una técnica muy parecida. En su nueva temporada, que acaba de estrenar, primero nos ha divertido, entretenido y casi enternecido con un ejemplar debradypus tridactylus, esas sorprendentes criaturas conocidas popularmente como osos perezosos.Frankjugaba con él como si fuera un peluche, le hablaba al oído como si se conocieran de toda la vida, le preguntaba por su nombre de pila («¿Y tú cómo te llamas, eh?... ¡Ah! ¡Te llamas Pere!») y adoptando ese papel que ejecuta con tanta maestría, el papel declown de la jungla,Frank tejía una comedia divertida haciendo como hacen los actores del teatro deboulevard, es decir, metiendomorcillassobre la marcha, del tipo: «Este solo mea y caga en el suelo. En los árboles nunca, porque son su casa y la quiere tener limpia». Y mientras nosotros reíamos,Frankrápidamente pasaba a otro tipo de ejercicio más acojonante y tremendista: se adentraba en la selva de Costa Rica a la caza de una peligrosísima serpiente de cascabel, y achuchándola con un palo gritaba excitado:«La voy a cabrear, la voy a cabrear (...) ¡Ya está cabreada, cabreadísima!», y se adornaba con movimientos bruscos, imprimiendo un plus de suspense y de riesgo, como si fuera Indiana Jones luchando con los cocodrilos. O sea, que nosotros en casa hemos pasado de la comedia inofensiva con el oso perezoso, a la casi pavorosa tragedia con el crótalo temible. Efectivamente, es la técnica detiemble después de haber reídoen estado puro. En esta nueva entrega deFrank hemos echado en falta, eso sí, aNacho Medina, que era su inseparable e impagable compañero de fatigas.Nachojugaba a ser el contrapunto asustadizo. Siempre acababa horrorizado y sobrecogido. Teatralmente hablando, conformaban un estupendo dúo.

LA CONCORDIA DE ALCAÑIZ .-En este No-Do de la Monarquía que emiten los domingos en TVE-1 bajo el título deAudiencia abierta, han aprovechado para trufar las imágenes de la visita del príncipeFelipea Alcañiz con una alocución muy vibrante y bonita. Decía una voz enoff:«Aquí, 600 años atrás, aragoneses, catalanes y valencianos fueron capaces... ¡de aparcar las armas y ponerse de acuerdo!». ¡Ah! Son oportunísimos: no dan puntada sin hilo.