Programación

TV-3 detalla hoy la autopsia de Pere el Gran en 'Sense ficció'

El cráneo del rey Pere el Gran.

El cráneo del rey Pere el Gran.

MÒNICA TUDELA
BARCELONA

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Historia y ciencia se dan la mano en armonía en Anatomia d'un rei, el documental con el que TV-3 estrena esta noche la nueva temporada de Sense ficció. El reportaje ha seguido durante ocho meses los trabajos de distintos especialistas dirigidos desde el Museu d'Història de Catalunya para recuperar y analizar el cadáver embalsamado del rey Pere el Gran, que reposaba en el monasterio de Santes Creus (Alt Camp).

El monarca, uno de los más importantes de la corona catalanoaragonesa, falleció en 1285 a los 45 años, pero las causas de su muerte eran una incógnita. Ese es, precisamente, uno de los aspectos sobre los que el documental trata de arrojar luz: ¿de qué murió el rey? Otros objetivos eran conocer el ritual de entierro, analizar los restos y, principalmente, a partir de todos los datos obtenidos, reconstruir en tres dimensiones la cara que pudo tener Pere el Gran, una emocionante sorpresa que Anatomia d'un rei reserva para el final y que dibuja al personaje histórico como un hombre fornido y de expresión decidida. «Uno de nuestros objetivos era descubrir la imagen del rey, ya que en su época no había tradición de representar la cara», explicó Josep Rovira, director del documental, en la presentación.

Para dar este salto en el tiempo de siete siglos ha hecho falta «la coordinación de científicos y técnicos de formación diversa», en palabras de Agustí Alcoberro, director del museo. Al final, asegura, se ha producido «un encuentro feliz entre la investigación y la televisión, dos mundos que no siempre es fácil conjugar. Los científicos nos acostumbramos a la cámara, y los cámaras trabajaron con guante de seda para captar el espíritu del trabajo científico».

Anatomia d'un rei muestra el momento en que el cuerpo es exhumado de la tumba, su cuidadoso traslado a un centro de investigación y el posterior análisis de los restos (huesos, tejidos y ropajes que envolvían el cuerpo) al más puro estilo CSI. «En algunos momentos tienes la sensación de estar ante una de esas series norteamericanas que se dedican a romper cadáveres y a ver de qué han muerto. Hacer esto con un rey nuestro ha sido excepcional», comentó Mònica Terribas, directora de Televisió de Catalunya, que añadió: «No es un documental masivo de gran impacto, sino de servicio público».

AGILIDAD NARRATIVA // Pese a que el tema no es de los que cautiva de entrada al espectador medio, Anatomia d'un rei ha usado «un lenguaje y una narrativa dirigida a un público lo más amplio posible, que no tiene por qué tener formación previa», según dice Josep Rovira. Precisamente, para lograr ese objetivo de hacer ágil y cercana la narración, las imágenes descriptivas de la investigación se mezclan con recreaciones históricas a cargo de actores y simulaciones por ordenador que intentan mostrar cómo eran las cosas en el momento histórico que vivió el rey.

Otro aspecto que evidencia el documental es la entrega con la que trabajaron los expertos: «Queríamos reflejar la investigación, pero también las cosas intangibles, las emociones», comenta Rovira. Y esa pasión se manifiesta en muchos momentos del reportaje. Los responsables de la investigación destacan las líneas de continuidad que ha abierto el trabajo: «La historia está inacabada. Se sigue trabajando y seguro que se sacarán conclusiones que modificarán los conocimientos. Quizá no se han desvelado todos los secretos. Siempre hay que guardarse un as en la manga por si hacemos un segundo episodio», comentó Alcoberro.