Un catalán y un judío, regateando

Viaje a Nueva York. O sea, Jordi Évole ha comenzado la temporada de Salvados (La Sexta) en la Gran Manzana. La primera entrega le ha salido un poco de Jaimito, para qué nos vamos a engañar. El hilo conductor de la risa y de la broma consistió en preparar una supuesta visita de Sonsoles Espinosa, a Manhattan. ¡Ah! En vista del éxito de Michelle Obama en Marbella, los jefes de La Sexta sueñan con un éxito similar para la esposa de ZP en Coney Island. El ejercicio ha sido simpático, pero enormemente infantiloide. El único momento interesante ha sido cuando Évole, acompañado de la periodista Anna Grau (corresponsal del diario Abc), penetraron en una de las carísimas joyerías del llamado Diamond District, o sea, la calle de los diamantes. Se puso a regatear con uno de los encargados de la tienda, mucho rato, y llegó un punto muy hermoso, cuando Jordi exclamó: «Tú judío, yo catalán. ¡Eso es un duelo de titanes! Si seguimos regateando nos dan las Olimpiadas de Madrid». Hombre no estoy convencido de que el fet diferencial catalán sea el regateo. Más bien parece que es el pactismo, que es otro arte. Pero bueno, el golpe ha sido simpático y seguro que el lobby judío de Barcelona habrá tenido una alegría. Deberían mandarle a Jordi un regalo. Un candelabro de siete brazos sería lo adecuado.

¿SEGUIRÁ NEIRA EN EL PROGRAMA DE SUSANNA? -. Cuando ocurrió la agresión a Jesús Neira, hace un año, T-5 y A-3 se repartieron a los protagonistas del caso. T-5 apostó por Violeta Santander, a la que exprimió con repetidas entrevistas, y le dio un tratamiento similar al de las estrellas cinematográficas. A-3 contraatacó fichando a Neira como tertuliano y opinador en el programa de Susanna Griso, Espejo público. Ahora, tras ser Neira pillado ebrio y al volante, ha pasado de ser héroe a villano. Ayer lunes, Albert Castillón pasó en el programa de Susanna la entrevista que le hizo a Neira el día anterior, el domingo por la tarde. Vimos un Neira prepotente, chulesco, desafiante: «No dimito ni voy a dimitir. Éticamente yo soy intachable», advirtió con desparpajo. Y añadió refiriéndose a Esperanza Aguirre: «Que me cese. Le agradecería enormemente que me cese». ¡Ah! Sorprendida se quedó Susanna Griso ante estas declaraciones. Comentó: «Lejos de mostrarse arrepentido, lo que vemos es incluso arrogante». Pues queda ahora por saber si lo va a mantener como opinador y tertuliano.