prueba piloto en dos barrios de la ciudad

Girona canda la basura de los súper para que no la cojan los pobres

Un operario instala uno de los contenedores con candado para supermercados, en Girona, ayer.

Un operario instala uno de los contenedores con candado para supermercados, en Girona, ayer.

FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

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El Ayuntamiento de Girona ha puesto en marcha una iniciativa singular para evitar que los indigentes se alimenten de los productos caducados que los supermercados tiran a la basura. Desde ayer, la ciudad cuenta con un nuevo modelo de contenedor de residuos orgánicos que se sumarán a los que utilizan la mayoría de vecinos para tirar los desperdicios. Son iguales que los demás, aunque tienen una pequeña (pero llamativa) diferencia que los caracteriza: están cerrados con un candado para que los súper pongan bajo llave los productos que tiran porque no son aptos para el consumo.

«Es una práctica que en los últimos años ha aumentado mucho. En los contenedores no hay colas de personas esperando que tiremos la comida, sino que la gente va pasando de forma continua a lo largo del día. Me han dicho que a veces hay peleas entre ellos por hacerse con la comida. Nosotros tiramos los productos caducados por la tarde, pero por la mañana ya los sacamos de las cámaras. Hace un año y medio decidimos sacar la carne y el pollo pasados de las bandejas de presentación, porque era la única forma de que no se los llevaran de la basura», explicó ayer Roser, encargada de un supermercado de la plaza de Santa Eugènia que participa en la prueba piloto que ha puesto en marcha el ayuntamiento.

El concejal de Servicios Sociales, Eduard Berloso, precisó que en esta fase inicial se instalarán cinco contenedores con candado para cubrir las necesidades de tres cadenas de súper de la ciudad. El responsable municipal reconoció que estos cubos son, por ahora, «un apaño» casi artesanal para poner en marcha la medida. En septiembre, el ayuntamiento colocará 35 contenedores fabricados especialmente para este uso, que también dispondrán de un sistema de cierre y que podrán ser vaciados de forma «automatizada» por los servicios de limpieza.

El plan piloto que se puso en marcha ayer nace con un convenio firmado entre el ayuntamiento y tres pequeñas cadenas de supermercados de Girona, aunque Berloso aseguró que la «práctica totalidad» de los establecimientos que trabajan en la ciudad han manifestado su intención de sumarse al programa en las próximas semanas.

DISTRIBUCIÓN DE ALIMENTOS / El ayuntamiento justifica la iniciativa debido al «riesgo para la salud» que implica el consumo de productos caducados y al derecho que tiene todo el mundo a una alimentación «digna». Por eso un equipo de agentes cívicos dirigirá a los indigentes que se abastecen de las basuras al Centro de Distribución de Alimentos (CAD) de Girona y les entregará un vale canjeable por una cesta de productos básicos. «Una vez en el centro, se les hará una entrevista y entrarán en la red habitual de atención de los servicios sociales», explicó Berloso.

El concejal dijo que la medida se ha puesto en marcha ante la «constatación» de que cada vez son más las personas que recurren a los contenedores para sobrevivir, lo cual puede derivar en problemas de salud pública. Berloso negó que la iniciativa responda a una cuestión «de imagen», pese a que, hace una semana, el ayuntamiento alegó que esta actividad provoca «alarma social».

El convenio que el consistorio ha firmado con los supermercados prevé que estos establecimientos destinen al CAD una parte de los productos que son retirados de las estanterías porque tienen una fecha de caducidad próxima. «En ningún caso se llevarán allí alimentos caducados, ya que estos seguirán tirándose a los contenedores o se entregarán a empresas de tratamiento, como se hace ahora», afirmó.