EQUIPO CIENTÍFICO RUSO

Una perforación llega por fin al lago Vostok, situado bajo la Antártida

La base Vostok, el lugar más frío del planeta.

La base Vostok, el lugar más frío del planeta. / periodico

EL PERIÓDICO / Barcelona

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Investigadores rusos han llegado por fin al lago Vostok, un inmenso reservorio deagua líquida que se encuentra en laAntártida bajo cuatro kilómetros de casquete glacial, según ha avanzado la agencia de noticias Novosti citando fuentes de Roshidromet, el organismo oficial ruso de meteorología y control ambiental. El misterioso lago subterráneo ha permanecido 15 millones de años aislado del resto de la Tierra, por lo que los científicos confían en que pueda guardar restos de bacterias primitivas y otros microorganismos. No obstante, no han trascendido detalles del descubrimiento. "Nuestros científicos de la base antártica Vostok concluyeron el domingo la perforación a la profundidad de 3.768 metros y alcanzaron la superficie del lago bajo el glaciar", afirmó escuetamente la fuente citada por Novosti.

250 por 40 kilómetros

El reservorio de agua mide 250 kilómetros de largo y 40 de ancho, con un total de 12.500 kilómetros cuadrados. Todo indica que el agua del lago está a una temperatura de tres grados bajo cero, por debajo del punto de congelación, pero se mantiene líquida por la enorme presión que soporta. Se supone, claro, puesto todo lo que se conoce de la zona es por indicios indirectos: estudios sísmicos y radiométricos realizados hace 20 años.

Científicos de la extinta Unión Soviética iniciaron las obras de perforación en la zona en la década de 1970, en el marco de un programa de estudios paleoclimáticos. Por aquellas fechas ignoraban aún la existencia del lago Vostok, que fue descubierto en 1996 con la ayuda de investigadores británicos.

Los trabajos se suspendieron hacia 1990 por falta de financiación, pero seis años después se volvió a perforar, siempre en la misma zona.

Suspendido en diversas ocasiones

En 1998, cuando faltaban unos 130 metros para la superficie del lago, los trabajos de perforación se suspendieron de nuevo a instancias de la comunidad internacional y los grupos ecologistas por temor a que la tecnología empleada en aquel entonces pudiera causar una posible contaminación de las aguas subterráneas.