UN AÑO DESPUÉS DE UN ASESINATO EN GALICIA

Una esquela por Asunta

Rosario Porto publica desde la cárcel una nota por el aniversario de la muerte de su hija

Rosario Porto.

Rosario Porto.

MAYKA NAVARRO / BARCELONA

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«Asunta Young Fang. In memoriam. Siempre te querré. Mamá.»

La semana pasada Rosario Porto abandonó por unos momentos la depresión que le impide salir de su celda de la cárcel de Teixeiro y encargó publicar en El Correo Gallego una esquela coincidiendo, hoy domingo, con el primer aniversario del asesinato de su hija Asunta.

Rosario Porto no escogió El Correo Gallego al azar. En ese mismo rotativo trabajó hace años de periodista Alfonso Basterra, su exmarido, padre de Asunta, y encarcelado y acusado también del asesinato de la pequeña de once años.

Los padres pasarán hoy el aniversario del crimen de la que era su única hija entre rejas. Acusados ambos de homicidio y pendientes del juicio, con tribunal popular, que se celebrará en otoño, entre los meses de octubre y noviembre. Dependerá, en buena parte del estado de salud de Rosario Porto.

Hace varias semanas que el letrado de Rosario, José Luis Gutiérez Aranguren, advierte de que su clienta no para de llorar y de que su depresión le impide preparar la vista. «Está muy mal, su estado se va degradando cada vez más. Ve que se acerca la hora del juicio y su fe en la justicia es nula», explica el penalista. La mujer permanece encerrada en su celda casi todo el día.

Hasta el pasado julio, el matrimonio había mantenido una estrategia conjunta de defensa en la que ambos trataban de mantenerse fuertes y cohesionados frente a las acusaciones. Sin embargo, el pacto entre ambos se rompió en julio. Tras nueve meses y medio en silencio, sin colaborar con los investigadores y negándose a practicar ninguna de las pruebas que se le solicitaban, la abogada de Alfonso Basterra, Belén Hospido, presentó en julio un escrito de defensa en el hombre que se desmarcaba de su mujer, contra la que la Guardia Civil acumula muchos más indicios que la sitúan junto a Asunta en la finca de Teo, escenario del crimen.

Conchabados

Para los investigadores no hay cabos sueltos en la acusación contra los padres. Por rocambolesco e increíble que pueda parecer, tanto los guardias civiles como el que ha sido juez instructor José Antonio Vázquez Taín entienden que los padres, a pesar de estar separados, se conchabaron para asesinar a su hija. ¿Por qué? La pregunta no tiene una única respuesta, pero para los investigadores en esa macabra acción coincidieron intereses cruzados de ambos. A pocas semanas para que se inicie el juicio habrá que ver hasta qué punto Alfonso y Rosario mantienen el distanciamiento que hasta ahora han escenificado y si deciden salvarse por separado contando lo que podrían haber ocultado este último año.

Algunas fuentes aseguran que Basterra está arruinado y que las minutas de su abogada las paga Rosario Porto, lo que habría forzado el silencio de estos meses. En cualquier caso, las cosas tampoco son fáciles para Alfonso Basterra. Aunque las cámaras de seguridad sitúan a Asunta junto a su madre en un coche en dirección a la finca de Teo en la que fue maniatada y axfisiada, fue el padre el que durante meses compró Orfidal, el sedante con el que se drogó a la pequeña antes del asesinato y el mismo día del crimen.

La pista forestal en la que hace un año apareció el cuerpo de Asunta ha vuelto a llenarse de flores, peluches y mensajes de recuerdo y cariño para la niña. Su madre ha querido sumarse con una esquela.