DEMORAS CASI RUTINARIAS EN LOS TRENES

El tren de la resignación

La costumbre empieza a diluir la irritación de los usuarios de Rodalies tras toda la semana de retrasos por las protestas encubiertas Muchos madrugan más para no llegar tarde al trabajo

Pendientes del reloj 8 Usuarios de Rodalies suben por una escalera mecánica en la estación de la plaza de Catalunya, ayer.

Pendientes del reloj 8 Usuarios de Rodalies suben por una escalera mecánica en la estación de la plaza de Catalunya, ayer.

CARMEN HIERRO
BARCELONA

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«Llevamos toda la semana así»,es la frase que más se escuchaba ayer en la estación de Rodalies de la plaza de Catalunya.

Los usuarios parece que ya se han resignado a los retrasos que provocan las protestas encubiertas de maquinistas de Renfe. Los viajeros llegan a los andenes sin tener clara la hora a la que podrán partir. Unos esperan el tren leyendo un libro o una revista, otros se entretienen con el móvil y los más impacientes no dejan de alternar miradas al reloj y a la pantalla que muestra las horas de llegada de los convoyes. Pero el tiempo pasa y los trenes no llegan.

En el momento en que se anuncia por megafonía que un convoy está a punto de aparecer, el gentío comienza a levantarse para, por fin, coger el tren. Pero antes de subir deben dejar bajar. De los vagones se apea gente con prisa, que sube corriendo las escaleras, pero también los hay tranquilos, que ya cuentan con llegar tarde. Llevan toda la semana así.

«Antes de salir de casa ya sabía que iba a haber retrasos, por lo que he decidido venir antes a la estación para intentar no llegar tarde al trabajo»,dice Emilio Fernández, un secretario judicial cuya intención era coger un tren con destino a Sabadell a las 8.18, pero al que finalmente se sube a las 8.32.

Que los retrasos sean de 15 minutos es lo más habitual, pero hay demoras más largas. Hay personas que esperan más de media hora para subir al tren. Es el caso de los pasajeros que quieren ir a Terrassa en el convoy de las 7.33 y que tienen que conformarse con el que llega a la estación a las 8.05, lo que significa llegar a su destino 35 minutos más tarde, según indica el horario.

«Estos retrasos perjudican a los usuarios, que no tenemos ninguna culpa. Todos sufrimos precariedad laboral, pero sus reivindicaciones no tienen que empeorar mi situación haciéndome llegar tarde al trabajo»,expone cabreada Raquel Toloda, dependienta que a causa de las demoras llega al menos una hora tarde.

Y el problema no está solo en los retrasos, sino que también hay trenes quedesaparecen. En las pantallas están anunciados pero a la estación no llegan. Como un tren de la R4 con trayecto de Terrasa a L'Hospitalet de Llobregat que tiene prevista su entrada en la estación de la plaza Catalunya a las 9.18 y que pasadas las 10 de la mañana no ha entrado. Por el contrario, los viajeros sí ven aparecer a las 9.50 un convoy del mismo trayecto que debería haber pasado a las 9.35. Sí, con 15 minutos de retraso, pero por lo menos llega.

Hay más trenesextraviados.«Por Mollet del Vallès no ha pasado el tren a Barcelona de las 7.37, por lo que he tenido que coger el siguiente, que ha pasado media hora más tarde. Esto ha provocado que nos juntáramos en los vagones de un solo tren las personas que deberían haber viajado en dos. Un auténtico caos»,señala Pau Ferriz, estudiante de 21 años que al igual que los días anteriores llega de nuevo tarde a las clases en la universidad.

Colas de afectados

Una vez que llegan a la estación, los perjudicados por los retrasos ya ni buscan culpables, pero sí una compensación por la tardanza. A pesar de estar ya cansados de retrasos y demoras, muchos de ellos deciden esperar de nuevo, pero esta vez en la cola de atención al cliente de Rodalies.«Lo único que nos queda es venir aquí para que nos den un nuevo billete, no podemos hacer otra cosa», comenta Isabel Pérez, administrativa de 54 años que por cuarta vez consecutiva esta semana llega tarde a su puesto de trabajo.

En las colas los usuarios esperan con paciencia su turno. En cuanto les toca demuestran que su tren ha llegado al destino 15 minutos tarde, requisito indispensable, y recogen un billete nuevo. Los retrasos continuarán como mínimo hasta el lunes.