RETO DEL SISTEMA EDUCATIVO

La tele aún quita el sueño

La parrilla nocturna y la somnolencia del día siguiente alimentan las ausencias escolares

Dos niños miran un capítulo de una serie de dibujos animados en la televisión, ayer.

Dos niños miran un capítulo de una serie de dibujos animados en la televisión, ayer.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cada día, en cuanto finaliza el capítulo de Violetta, en torno a las nueve de la noche, Cristina manda a la cama a su hija Diana, que este año estudia sexto de primaria«El curso pasado, como la serie no terminaba hasta casi las diez de la noche, la hora de ir a dormir se convertía en una odisea diaria. Yo acababa a gritos y la niña, llorando y suplicando para que la dejara quedarse un rato más», recuerda la madre. Esta temporada, para alivio de Cristina, la cadena Disney Channel ha adelantado una hora la emisión de la popular telecomedia argentina. «Ahora la dejo cenar viendo Violetta y se va a acostar. Es todo mucho más razonable», cuenta la progenitora.

Las disputas de Cristina y su hija son el pan de cada día de muchas familias con niños en edad escolar. Y la tensión suele ir a más, a medida que el menor entra en la adolescencia. Cuando llegan al instituto, los chavales abandonan las series de Disney Channel, «lo que mola son las películas o las series de mayores... O programas como Pequeños gigantes y Tu cara me suena mini», explica Júlia, una estudiante de primero de ESO, que empieza a descubrir la parrilla televisiva posterior a las diez de la noche.

El primero de los dos concursos mencionados por Júlia, Pequeños gigantes -que el 22 de octubre concluyó la temporada-, ha tenido una audiencia media entre los niños catalanes de 4 a 12 años de unas 10.000 personas, según datos facilitados por Telecinco. La emisión del último programa, cuando se celebró la gran final, no terminó hasta la 1.45 horas. El segundo (también con protagonistas infantiles), Tu cara me suena mini, ha llegado a registrar una audiencia de otros 10.000 telespectadores de hasta 12 años en Catalunya, en la franja horaria que va desde las 23.00 hasta las 23.30 horas, informa Antena 3. Después de esa hora y hasta la medianoche, la cifra baja a 9.000 menores.

Algo parecido ocurre con programas de TV-3 muy populares entre la chiquillería, como Alguna Pregunta Més (APM), que los miércoles, hasta las 23.26 horas, congrega frente a las pantallas a una media de 7.000 niños en edad de estudiar primaria. Crackòvia -los lunes, hasta las 22.35 horas- lo siguen en directo nada más y nada menos que 46.000 niños de entre 4 y 12 años, informa Televisió de Catalunya.

«Es cierto que la gestión del tiempo frente a la televisión es un elemento determinante para combatir el absentismo escolar o, al menos, las faltas de puntualidad», observa Jaume Funes, psicólogo especializado en adolescencia. Pese ello, señala, «hoy en día cada vez hay más chavales que miran sus programas favoritos a través de ordenadores y tabletas». Los chicos coinciden, pero solo en parte. «No es lo mismo. Hay series que, si no las puedes comentar al día siguiente, ya no merece la pena», exclama Dani, de 15 años. Dos días después, están fuera de onda.