VIAJAR SEGURO

Solo el 20% de los españoles contrata un seguro de viaje

Los europeos pueden utilizar la tarjeta sanitaria de la Unión pero no cubre centros privados, repatriaciones ni otras garantías de un seguro de viajes que presentan altos costes

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Solo el 20% de los españoles, uno de cada cinco, contrata un seguro de viaje, pese a que el 4% de los viajeros españoles necesita asistencia sanitaria en viajes y, de éstos un 5% precisa una repatriación, según el departamento de 'Business Analytics' de InterMundial.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Ministerio de Asuntos Exteriores aconsejan la contratación de un seguro de viaje cuando se sale al extranjero. El precio medio en España para la repatriación es de unos 2.000 euros, pero si se precisa un rescate en helicóptero, un avión medicalizado, etc.. puede superar los 30.000 euros.

Fuera de España, la media se sitúa en 42.000 euros desde EE.UU., Canadá, Caribe, Australia y Nueva Zelanda, pero puede superar los 100.000 euros.

En la Unión Europea (UE) se puede utilizar la tarjeta sanitaria, aunque esta solo cubre determinados centros concertados, no los centros privados, que son los más visitados por los viajeros, ni tampoco cubre el traslado del enfermo al centro sanitario, ni la ambulancia, ni los gastos de repatriación, ni ofrece el resto de garantías de un seguro de viaje (gastos de anulación, equipajes, demoras en transporte, responsabilidad civil o pérdidas de servicios).

En Francia, uno de los países más visitados por los españoles, el coste medio de una prueba médica, como un escáner, es de 168 euros; el importe medio en un hospital asciende a 781 euros y el coste medio total de una operación, hospitalización y atención médica, una apendicitis por ejemplo, puede costar 4.090 euros.

En EE.UU., donde no existe sanidad pública universal, los gastos se incrementan. El coste médico de una prueba médica son 540 euros, de un día de hospitalización 3.903 euros, y el coste medio toral de hospitalización y atención médica por apendicitis, de unos 12.600 euros. Los costes sanitarios también son elevados en países como Canadá, Japón, México o Tailandia.

La planificación previa antes de viajar al exterior minimiza el riesgo de accidentes pero si a pesar de ello se produjera una incidencia, el seguro de viaje cubrirá traslados, gastos médicos, hospitalización y repatriación, entre otros, según www.intermundial.es, que dispone de un seguro multiasistencia con gastos ilimitados en casos de repatriación, accidente o fallecimiento, y de hasta dos acompañantes.

RECOMENDACIONES

Antes de iniciar un viaje conviene informarse de la situación sanitaria del país que se va a visitar. Los profesionales de la industria turística, agentes de viajes y touroperadores pueden ofrecer al viajero esta información, así como herramientas para conseguirla.

Si el destino presenta riesgos sanitarios, el viajero debe acudir a los centros de vacunación internacional donde, aparte de administrar vacunas y medidas preventivas o profilácticas, ofrecen evaluaciones médicas personalizadas, expiden certificados médicos o documentos personales de sanidad internacional y recomiendan botiquín adecuado, en cada caso.

En países tropicales, donde hay más riesgo de infecciones, conviene consumir agua mineral embotellada y precintada, o desinfectada, pelar las frutas, evitar los hielos o llevar un repelente de mosquitos fuerte.

En lugares donde haga mucho calor se requiere beber abundantes líquidos, añadir un poco de sal a los alimentos y bebidas para prevenir el agotamiento por calor, vestir con ropa holgada de algodón, evitar la exposición al sol en horas centrales, llevar gafas de sol y aplicarse crema con protección solar de índice alto.

Por último, hay que tener una actitud preventiva a la hora de conducir para lo que se recomienda obtener información sobre las normas que regulan el tráfico en el destino, el estado de las carreteras y conocer las reglas no oficiales --como tocar el claxon o dar las luces antes de adelantar--, mantener la atención si se conduce por el lado opuesto al usado en el país de residencia, llevar siempre el cinturón puesto o conducir dentro de los límites de seguridad.