MALTRATO EN CENTROS EDUCATIVOS
El samaritano 'antibullying'
Xavi Llambrich abría la puerta del aula de su instituto y echaba una rápida ojeada a la pizarra. Recuerda muy bien aquella maldita frase escrita en el encerado: "Xavi, suicídate". Y así casi cada día. "Lo peor de todo era que los profesores la ignoraban. Ni la borraban. Daban la clase con eso allí presente", explica este joven de 18 años y residente en la comarca del Baix Ebre.
Los hechos que narra forman parte de un pasado doloroso y relativamente próximo, pero él lo ha transformado en un presente esperanzador lleno de retos. Y dosis de coraje y, además, mucho porque para superar el mal sueño se propuso "volver a estudiar en el mismo instituto donde me hicieron 'bullying'", explica entusiasmado. "Fue el reto que me impuse. Era la única forma de salir adelante", añade.
"No podemos consentir que una parte de la sociedad se crea superior a ti solo porque te insulta", argumenta. A Llambrich, el reciente suicidio de la pequeña de 13 años de Murcia provocado, al parecer, por acoso escolar, le ha sacudido los recuerdos. Por eso, ha llamado a este diario para explicar su historia y cómo remendó las secuelas.
El acoso escolar que padeció Llambrich duró seis años y lo digirió en solitario. No dijo nada a sus padres, ni a sus amigos de fuera del instituto, porque dentro no tenía ninguno. "Fueron seis años sin amistades", lamenta. Los médicos le diagnosticaron anorexia y bulimia y padecía numerosas migrañas. Estuvo ingresado algún tiempo en un hospital de Barcelona. Se estancó en los estudios.
CANTO AL OPTIMISMO
Pero el sufrimiento pasado no cayó en saco roto. Llambrich juntó las dos grandes pasiones de su vida: los vídeos y la escritura, y se lanzó a asesorar a los jóvenes que como él están o han estado metidos en un delirante acoso escolar. Tiene una cuenta de Facebook que reúne a más de 10.000 seguidores y también un canal de Youtube con el nombre de Xavi Benigni donde hay numerosos vídeos colgados sobre temas como el respeto, la vida…
Todo en la historia de este 'youtuber' tiene un significado. Por eso, ha elegido para su canal el apellido Benigni, el mismo del director de la película 'La vida es bella'. Todo un canto al optimismo. Xavi Llambrich o Xavi Benigni se ha convertido en un samaritano para los estudiantes acosados porque, la mayoría de las veces, "el 'bullying' deja un rastro de secuelas", afirma.
En algunos vídeos de su canal anima a las personas que atraviesan sus antiguos problemas. "Les digo las palabras que a mí me hubiera gustado escuchar cuando yo viví el acoso escolar", cuenta. A veces las palabras, actúan como bálsamo. Su caso le sirve para reflejar los momentos que vivió en solitario frente a sus compañeros y da una recomendación a las víctimas: "Cambiad las cosas que os hagan daño. No tengáis miedo".
CAMBIAR LAS REGLAS
No es fácil, pero él cambió las reglas de juego. Soltó los anclajes que no le dejaban abandonar su sufrimiento y le plantó cara a la vida. Para salir adelante "solamente tienes que demostrar coraje", comenta en su canal e insiste: "No dejéis vivir vuestra vida a otras personas". Con él lo intentaron, pero no lo lograron. Y todo porque a los acosadores no les gustó un vídeo en el que Xavi aparecía bailando. Una inocente imagen infantil que dio pie a un sangrante acoso escolar que duró seis años.
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