Turismo sexual en la N-2

La ruta del sexo del Empordà se pone de moda entre los jóvenes franceses

El macroprostíbulo Paradise, en La Jonquera (Alt Empordà).

El macroprostíbulo Paradise, en La Jonquera (Alt Empordà).

FERRAN COSCULLUELA
FIGUERES

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Cada vez son más jovenes y más numerosos. Y al cóctel de sexo de pago, drogas ilegales y alcohol suman el riesgo que conlleva realizar largos desplazamientos por carretera a altas horas de la madrugada. Las escapadas a los numerosos macroburdeles del Alt Empordà se han convertido en una moda entre los jóvenes del sur de Francia. Un turismo sexual que ya era conocido por los mayores, pero que ahora ha hecho saltar las señales de alarma debido a la masiva incorporación de las nuevas generaciones a estas excursiones de fin de semana. Los hay de la cercana Perpinyà, pero muchos vienen de más lejos: Marsella, Toulouse, Carcasona, Montpellier e incluso Lyón.

La moda tiene la suficiente magnitud como para que la Administración francesa haya tomado cartas en el asunto. El primer paso ha sido encargar un estudio a una socióloga de la Universidad de Perpinyà para acotar el alcance del fenómeno y poder establecer medidas para frenar esta especie de ruta del bakalao aderezada con sexo de pago.

La inquietud que existe en el país vecino fue puesta sobre la mesa por Joelle Peracaula y Caterine Detoisien, técnicas de la Oficina de Información Juvenil de Perpinyà, durante una reunión sobre jóvenes y salud organizada por el Consell Comarcal del Alt Empordà a finales del mes pasado. Las profesionales francesas expresaron sus preocupación por el «seguimiento masivo» de esta moda por parte de los jóvenes de 17 a 25 años de la Catalunya Nord.

AUTOCARES / Una modalidad de turismo sexual que ha arraigado entre los chicos del sur de Francia, que pasan la frontera los fines de semana y que complementan su visita a los burdeles con «la ingesta compulsiva de alcohol y drogas», según Peracaula, por lo que se convierte en un problema de salud debido a los riesgos que comporta.

«Algunos viajan en autocares hasta La Jonquera, pero la mayoría lo hacen en coche, lo que es muy peligroso. Es un fenómeno que ha ido en aumento desde hace un año, coincidiendo con la apertura del macroprostíbulo Paradise», explica Peracaula a este diario. «El turismo sexual de los franceses a los burdeles catalanes no es nuevo, ya que es una actividad que se disparó tras la prohibición de los prostíbulos en nuestro país. La novedad es que se está extendiendo entre los más jóvenes», insiste Peracaula.

Los Mossos también han notado que desde hace un año hay más detenciones de ciudadanos franceses durante los fines de semana. «La mayoría de los casos son por conducir borracho, especialmente en la zona que va de Llers a La Jonquera. También se dan peleas e incluso ha habido algún tiroteo a las puertas de clubs, pero son incidentes más aislados», explican fuentes policiales. «Nosotros hacemos muchos controles, pero en Francia consideran que es un problema de seguridad de España, sin tener en cuenta que la mayoría de los clientes de los prostíbulos proceden de su país», añaden.

NEGOCIO EN AUGE / La policía local de La Jonquera también lleva a cabo en el municipio controles de seguridad. «Es cierto que hay grupos de franceses, algunos de ellos son de despedidas de soltero, pero no hemos notado más alteraciones del orden público en los últimos meses. Aunque hay que tener en cuenta que no todos los burdeles del Alt Empordà están en este municipio», destaca la alcaldesa, Sònia Martínez.

El turismo sexual mueve una gran cantidad de dinero en la comarca, como demuestra el hecho de que el macroburdel Paradise haya ampliado sus instalaciones cuando solo lleva un año en funcionamiento. Las habitaciones han pasado de 80 a 100, se ha construido una terraza de 600 metros cuadrados y se ha habilitado un restaurante.

Vicenç Cànovas, técnico de juventud del Consell Comarcal del Alt Empordà, afirma que este fenómeno no se da entre los jóvenes catalanes. No obstante, pide que no se «criminalice» a los chicos franceses. «Los adolescentes son más frágiles que los adultos desde el punto de vista psicológico», dice. En este sentido, apunta que hay otros problemas que afectan a todos por igual, como el consumo de drogas. En los últimos meses, el Ayuntamiento de Figueres ha detectado un aumento de la venta de estupefacientes a personas procedentes del sur de Francia.