NUEVO DESPLAZAMIENTO DE UN EXCARCELADO POLÉMICO

Ricart abandona Catalunya en autocar con destino a Francia

ANTONIO BAQUERO / BARCELONA
MAYKA NAVARRO / MADRID

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miguel Ricart, el único condenado por el crimen de las niñas de Alcàsser, ya no está en España. El exconvicto cruzó el miércoles por la noche la frontera con Francia en un autocar y la Policía Nacional así lo comunicó a las autoridades francesas. La Conselleria d'Interior solo confirmó ayer que Ricart había abandonado el territorio catalán, sin precisar hacia dónde se había dirigido.

Desde su llegada a Catalunya, el jueves de la semana pasada, Ricart estuvo permanentemente vigilado por los Mossos d'Esquadra, que se hicieron cargo de su seguimiento tan pronto como el autocar que le traía pasó por Soses, la localidad catalana en el límite con Aragón. El autocar, procedente de Córdoba -donde Ricart intentó sin éxito conseguir la ayuda de la orden religiosa de los Trinitarios-, llegó a la estación del Nord de Barcelona seguido por una patrulla de la policía autonómica. Dos agentes de paisano de la unidad central de seguimientos tomaron el relevo en una vigilancia constante, de 24 horas al día.

HOSTALES Y PENSIONES / Ricart había pasado los últimos días deambulando por la ciudad de Girona, donde se alojó en hostales y pensiones. Nunca más de una noche en cada establecimiento, entre los que no estuvo el Hostal Coll del centro de la ciudad como informó este diario.

En esos días que Ricart ha permanecido en Girona no ha habido ningún incidente. De hecho casi nadie le ha reconocido, a pesar de que ha paseado por la ciudad.

El miércoles por la noche, cuando los agentes comprobaron que Ricart compraba un billete de autocar para Francia, alertaron al único responsable de la policía autonómica que ha estado al corriente de sus  movimientos en Catalunya, el intendente jefe de la comisaría general de Investigación Criminal de los Mossos, Antoni Verger. Al cruzar al país vecino, la policía autonómica comunicó el rumbo al Cuerpo Nacional de Policía, y este, a las autoridades francesas. Ahora depende de Francia decidir si establece un seguimiento de  Ricart, que iba solo. Los mossos, de paisano y armados, abandonaron el autocar antes de cruzar la frontera.

SU HIJA / Por el momento, se desconoce si el destino final de Ricart es Francia o si piensa trasladarse a algún otro país. Tampoco se descarta que entre de nuevo en territorio español, aunque solo sea esporádicamente, para cobrar la ayuda de 400 euros que recibe y que perdería si se instalara oficialmente en otro país. Es posible que Ricart haya decidido abandonar España mientras continúe la atención mediática y social. Y que posteriormente regrese para intentar ver a su única hija.

Desde que fue excarcelado, el pasado 29 de noviembre, no se ha puesto en contacto con ella. Sabe que está bien y con eso le basta, según comentó el hombre a los pocos periodistas y fotógrafos que hablaron con él tras abandonar la cárcel de Herrera de la Mancha y coger un tren hasta la estación de Linares.

El resto del periplo ya es conocido. De Linares a Madrid, después Córdoba y un autobús que lo trasladó hasta Barcelona, donde vagabundeó tan perdido que incluso se confundió de tren y en el Maresme subió a uno que lo llevó hasta Maçanet de la Selva, cuando el billete lo había comprado para Barcelona. Tras varios días en Girona, finalmente decidió cruzar a Francia. Ricart sabe que en España muchos le consideran un demonio al que no quieren tener cerca, y que aquí tiene pocas opciones de iniciar una nueva vida.