POLÉMICA BÚSQUEDA DE RECURSOS ENERGÉTICOS

Repsol renuncia a extraer petróleo en Canarias al fracasar el sondeo

Un buque de prospección y dos plataformas de Repsol, el pasado agosto en el puerto de Las Palmas.

Un buque de prospección y dos plataformas de Repsol, el pasado agosto en el puerto de Las Palmas.

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El buque de exploración Rowan Renaissance, que desde el pasado 18 de noviembre sondeaba el subsuelo del fondo marino frente a Lanzarote y Fuerteventura en busca de hidrocarburos, regresará a Angola a continuar las prospecciones en marcha en ese país. Repsol anunció ayer que renuncia a realizar actividades de investigación adicionales en aguas de Canarias después de que en 54 días de sondeos solo se hayan hallado hidrocarburos en cantidad y calidad insuficientes. El presidente canario, Paulino Rivero, celebró «el fracaso» de la petrolera y del Ministerio de Industria, proclamó que el revés es «un éxito» para los ciudadanos del archipiélago y dejó caer que si el pecio de Repsol zarpa puede deberse también a intereses «electorales» del PP. Para el Ejecutivo central, en cambio, la noticia es pésima teniendo en cuenta sobre todo la dependencia energética de España, que, según se encargó de recordar la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, importa «el 99,5% de los hidrocarburos» que consume.

SORIA AUGURÓ UN FILÓN / Aunque, en febrero del 2014, el ministro de Industria, el canario José Manuel Soria, llegó a anunciar a bombo y platillo en el Senado que el posible hallazgo de hidrocarburos en Canarias podría reducir en hasta un 10% las importaciones españolas de petróleo, con una producción de «hasta 140.000 barriles diarios», la realidad que se ha impuesto es otra muy distinta. Según explicó ayer Repsol, los sondeos llevados a cabo durante 54 días han confirmado la existencia de petróleo y gas (desde metano hasta hexano), pero los almacenes encontrados están saturados de agua y los hidrocarburos se encuentran en capas muy delgadas no explotables.

La petrolera detalló que el pasado día 11 la prospección del sondeo bautizado como Sandía alcanzó una profundidad máxima de 3.093 metros -882 metros de lámina de agua y otros 2.211 de subsuelo- y se completó la recolección de datos de las formaciones geológicas atravesadas. Tras estos trabajos, y el análisis de las muestras obtenidas, se acordó poner fin a la exploración y durante la próxima semana se realizarán las labores de sellado del pozo abierto, según la compañía siguiendo los protocolos de seguridad más estrictos.

La gran profundidad del sondeo y el riesgo adicional que implica habían sido uno de los argumentos esgrimidos por los detractores del proyecto, máxime cuando la economía canaria está volcada en el turismo. De hecho, los empresarios de este sector, cuyos intereses económicos les han llevado a unirse a los ecologistas en su oposición a las prospecciones, fueron uno de los grupos que más celebraron ayer la retirada de Repsol,

DESCONFIANZA / Con todo, el Gobierno y los cabildos canarios no quieren dar por ganada su batalla. Tras 14 años de enfrentamientos con la petrolera y el Ejecutivo central -en los que ha habido tiempo para miles de alegaciones, recursos ante el Supremo y el Constitucional, e incluso la convocatoria de una consulta ciudadana suspendida-, ayer reclamaron a Repsol que certifique su retirada y a Fomento que suspenda «definitivamente» todos los permisos de exploración concedidos a Repsol. Aunque la compañía afirmó ayer explícitamente que renuncia a nuevas exploraciones, tenía concedidos los permisos para realizar otros dos sondeos al margen del Sandía.

También las organizaciones de protección del medioambiente comparten los recelos y por ello piden nuevas evaluaciones del ecosistema local para saber si los trabajos de perforación han causado algún daño ecológico. El director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, reclamó que el abandono de las prospecciones sea «definitivo, sin maniobras ocultas a la opinión pública», y denunció: «Es preocupante que Repsol se marche por la puerta de atrás, sin dar demasiadas explicaciones».

SANTUARIO DE CETÁCEOS / El Cabildo de Lanzarote no quiere perder el tiempo y solo unas horas después del anuncio de Repsol avanzó que acometerá «de forma inmediata las acciones necesarias para la protección de la totalidad de la zona de las prospecciones». Su presidente, Pedro San Ginés, visitará el próximo jueves el Parlamento Europeo para reclamar que las 600.000 hectáreas de océano situadas frente a Lanzarote y Fuerteventura sean declaradas santuario internacional de cetáceos, como propuso WWF, lo que sellaría, con más fuerza que el hormigón, el fondo marino a las prospecciones.