El relevo de Wert acepta negociar la aplicación de la LOMCE

La proximidad de las elecciones obra milagros. En su primera intervención parlamentaria, el nuevo ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, deslizó este martes en el Senado la primera rectificación (o amago de rectificación) a su antecesor, José Ignacio Wert. En los próximos días se entrevistará con los consejeros autonómicos y con la comunidad educativa para escuchar sus propuestas sobre la aplicación de la LOMCE. Lo hará bajo la premisa de que el calendario no puede modificarse porque «figura en la ley y esta debe cumplirse», pero se mostró convencido de que «hay margen de maniobra» para alcanzar «un acuerdo» y se marcó como meta «explorarlo».

El sucesor de Wert fue recibido en el Senado con un aluvión de preguntas parlamentarias, tres de ellas centradas en la exigencia de varias comunidades de paralizar la implantación de la LOMCE por la falta de tiempo para adaptar los currículos. Primero eran cinco las autonomías díscolas, entre ellas Catalunya, pero tras las pasadas elecciones son ya 12 sobre el total de 17 y han pedido la convocatoria de una conferencia sectorial en la que pretenden hacer valer su mayoría.

DE UNO EN UNO

Antes de decidir si convoca una conferencia sectorial prefiere hablar «uno a uno» con todos los consejeros porque así «es más fácil entenderse», dijo. La cumbre se llevará cabo solo en el caso de que «pueda llevar alguna propuesta».

Al magen de este compromiso, el resto de respuestas estuvieron repletas de apelaciones genéricas al diálogo y un talante receptivo que fueron bien acogidas por los parlamentarios, probablemente por contraste con el político que llegó definirse como un «toro bravo que se crece con el castigo». Méndez se marcó como objetivo consolidar un «sistema educativo estable y de calidad», y defendió la políticas de becas y de tasas univesitarias.

El senador socialista por Asturias, Vicente Álvarez Areces, le recordó que queda muy poco tiempo para introducir cambios si no se paraliza la aplicación de la ley Wert, dado que el inicio de curso está a la vuela del verano pero Méndez dejó claro que la paralizacíón no está sobre la mesa.

El ministro sostuvo que «hay tiempo suficiente» para ponerse de acuerdo, siempre que «exista la voluntad necesaria». El talante dialogante le abandonó, sin embargo, al bajar del escaño. Los periodistas pidieron formularle un par de preguntas pero ni siquiera les miró.