Los apartamentos que se alquilen como turísticos perderán el uso residencial

Las webs que anuncien apartamentos turísticos deberán incluir el número de licencia asignado por el Ayuntamiento de Barcelona si no quieren ser sancionadas. También deberán pedir una fianza y los pisos que se anuncien como turísticos perderán la licencia para uso residencial.

Así lo ha anunciado la segunda teniente de alcalde de la ciudad, Sònia Recasens, en el debate 'Modelo turístico de Barcelona, negocios tradicionales, negocios nuevos', del Aula Internacional de Innovación Turística de Esade.

Recasens ha pedido más participación de Barcelona en el reparto del impuesto turístico que recauda la Generalitat, en atención, ha dicho, a la "singularidad" de la ciudad, y que ese dinero se pueda destinar "a la gestión y no solo a la promoción".

RESPETO AL TURISMO

La concejala ha reclamado que se mire al turismo con respeto y como la fuente importante de ingresos para Barcelona (entre el 8% y el 10% del PIB de la ciudad y 120.000 empleos, ha subrayado) que es, y que no se confunda "al joven incívico que sale desnudo con el turismo de congresos que tenemos todo el año".

Recasens ha lucido estadísticas urbanas como la tasa de pernoctaciones "más alta que el resto de ciudades parecidas", la repetición, la sostenibilidad, que ha vuelto a reconocer la Unesco recientemente, y el gasto per cápita.

La representante municipal ha llamado a la descentralización de la oferta turística en el resto del área metropolitana, pero ha subrayado la lógica de que "en una primera visita, el turista quiera ver los iconos".

En un debate posterior, moderado por el director de EL PERIÓDICO, Enric Hernández, el presidente de la Federación de Apartamentos Turísticos (Fedetur), aseguró que toda la polémica de los vecinos por la presión turística en la Barceloneta es una "excusa para criminalizar el sector" y defendió que no se les entiende como sector.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), Lluís Rabell, reiteró las críticas a los apartamentos turísticos, "la gerintificación del barrio" y al gobierno en función de "los intereses del barrio". Y reclamó que la tasa turística revierta en los barrios y no en la promoción turística, como defendió Joan Molas, presidente de CEHAT, la patronal hotelera.

Kike Sarasola, propietario de la cadena de hoteles Room Mate y la innovadora Bmate, que ofrece apartamentos con servicios de hotel, reclamó que no se siga el modelo de Madrid, donde "se han cargado el turismo a base de regulaciones que la han hecho una ciudad aburrida".