RETOS DEL SISTEMA EDUCATIVO

Ramírez : «La universidad debe ser tema de Estado»

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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Los recortes que ha sufrido en los últimos años la universidad catalana, con unos presupuestos que han descendido en torno al 30% desde el 2011 y una reducción del 75% de las partidas destinadas a inversiones, «han puesto en serio peligro el sistema», «han contribuido a precarizar las condiciones de los profesores y el personal de administración y servicios» y han alejado a muchos estudiantes de la educación superior. Así lo denunció ayer el rector de la Universitat de Barcelona (UB), Dídac Ramírez, que reclamó que la universidad sea considerada de una vez «una cuestión de Estado».

En un momento en que las estructuras de Estado han cobrado protagonismo, Ramírez abogó porque se incluya a la universidad como uno de estos elementos. Ahora bien, no dijo de qué Estado. «Los precios universitarios y el sistema de becas -este último claramente insuficiente en la actualidad- deberían de formar parte de estas políticas de Estado. Aunque, eso sí, son temas que hay que analizar con mucho cuidado, para evitar caer en la situación de países como Estados Unidos, donde hay un alto porcentaje de impagos de matrícula y un gran endeudamiento estudiantil», reflexionó el rector de la UB, que participó en el coloquio Primera Plan@ que organizan El PERIÓDICO DE CATALUNYA y Banc Sabadell en el hotel Juan Carlos I.

También debería adquirir rango de cuestión de Estado, dijo Ramírez, «la financiación pública de las universidades». En este momento, lamentó, en España solo se destina un 0,73% del PIB a la educación superior, cuando las recomendaciones de los organismos internacionales (entre ellos, la Unesco) elevan la inversión en este ámbito al 1,5%.

Y aún una tercera prioridad, prosiguió Ramírez, «la reforma de la gobernanza». «El Estado debería garantizar un sistema de gobierno de las universidades que garantizara su autonomía», clamó el responsable de la UB, en una clara crítica al modelo, barajado hace unos meses por la Generalitat y por el Ministerio de Educación, que planteó la posibilidad de que las universidades fueran dirigidas por un patronato, formado, entre otros, por representantes de los partidos políticos.

De no tomarse medidas con cierta celeridad y después de los recortes, «la universidad está abocada a una situación crítica y problemática, comparable a las más graves de su historia», sentenció.

El secretario de Universitats de la Generalitat, Antoni Castellà, que siguió la intervención de Ramírez entre el público, aseguró que, pese a las restricciones, «el rector sabe que, tras la sanidad, la educación y las políticas sociales, la universidad ha sido una prioridad de la Generalitat». «Prueba de ello -agregó- es que llevamos tres años manteniendo el presupuesto». No mencionó Castellà, no obstante, que la partida incluida en las cuentas de la Generalitat para la financiación de las universidades era antes de que se decidiera congelar en el 2013 bastante más amplia que ahora.

LA REFORMA DE WERT / El rector Ramírez se mostró crítico asimismo con la reciente reforma de la estructura de grados universitarios del ministro José Ignacio Wert, que tachó de «inoportuna». No es, afirmó, «ninguna necesidad imperiosa» y más cuando el final de la legislatura está ya tan próximo. Para la UB, agregó su mandatario, «esta medida puede suponer una mengua estimada de ingresos de entre 6 y 7 millones de euros».

Con todo, Ramírez reconoció que el decreto tiene, por otra parte, algunos aspectos positivos, como el de que «no obliga, da autonomía» a las universidades y a los gobiernos autonómicos para programar los grados universitarios.

«Es comprensible que después de tantas subidas de tasas, los estudiantes desconfíen ahora del modelo 3+2», agregó Ramírez en relación a la nueva convocatoria de huelga hecha por alumnos y docentes universitarios para finales de este mes. «Han tenido una reacción comprensible, al menos mientras no se blinde el nuevo modelo», indicó el rector.

Ramírez, que se comprometió «de forma categórica», subrayó, a que la aplicación de la reforma no implique despidos de personal en su universidad, destacó que el objetivo es que la UB «se sitúe en los próximos años entre las 100 mejores universidades del mundo».

El vídeo del coloquio Primera Plan@ en www.elperiodico.com