ambiente de la reivindicación

La protesta crece con el propósito de mantenerse hasta la cita con las urnas

ALBA G. LAGUNA / MADRID
J. NIERGA / A. BIESOT BARCELONA

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Alas siete de la tarde de ayer cayó un breve chaparrón en la Puerta del ­Sol, pero no fue lo suficientemente fuerte para desmovilizar a los miles de personas que ya se congregaban a esas horas en la céntrica plaza madrileña. A las ocho, aún estaba más atestada que en las anteriores jornadas. El veto de la Junta Electoral Provincial no disuadió al colectivo, que en la capital española protagonizó la jornada de protestas más masiva. Y es que tanto en número de ciudades (los manifestantes se desplegaron por casi toda la geografía española) como en asistentes (el número de movilizados fue el mayor hasta el momento), larevuelta de los indignados se reforzó ayer justo cuando el sistema contra el que luchan empezó a dar señales de querer acabar con ella. El objetivo: llegar al domingo.

En Madrid, para evitar dar motivos a un desalojo, se hizo el llamamiento de no nombrar las siglas de partidos políticos para no contravenir reglamento alguno. «No, no, no nos representan», «A bancos salváis, a pobres robáis» y «La revolución ha empezado» fueron algunas de las proclamas más coreadas en la Puerta del Sol por un colectivo heterogéneo del que formaban parte tanto José Ignacio, un parado de 62 años -«La situación es intolerable. No sé qué, pero algo tiene que pasar»- como Ismael, de 33: «Puede que llueva, pero desalojarnos no creo que lo hagan si nos comportamos civilizadamente. Sería enterrarse ellos mismos», dijo.

CONTROL POLICIAL En este sentido, varios miembros de la organización se mostraban optimistas con que no se produjeran desalojos después de haber hablado con la policía, que controlaba las bolsas y pedía los DNI a muchas de las personas que intentaban acceder a la plaza. Algunas tenían que alejarse de allí porque la red estaba saturada, no podíantwittear y la cobertura fallaba.

En Barcelona, informadas al instante de cuanto sucedía en Madrid, las más de 700 personas concentradas en la plaza de Catalunya coincidían mayoritariamente con mensajes como el de Jordi: «La mejor solidaridad con Madrid es seguir aquí». ¿Hasta cuándo? Como mínimo, hasta el domingo, advertían muchos.

Mejor organizados que el martes, varios miembros del movimiento recogían firmas para determinar cuánta gente apoyaba su causa. Otros navegaban por Twitter para solicitar comida y sacos de dormir. Algunos oían por la radio noticias de la protesta. Decisiones más trascendentes, cómo no, se decidían por asamblea.

INDIGNADOS EN EL MUNDO / «Que en Catalunya no decidan hasta mañana [por hoy] es una estrategia muy burda para parar el movimiento y no alterará nuestros planes», manifestó Daniel poco antes de comenzar una nueva protesta que sumó a más participantes hasta acercarse a los 2.000: la

cacerolada.

«Da la sensación de que los políticos nos tienen miedo», aventuraba Mari Carmen. El director general de la Policía de la Generalitat, Manel Prat, pudo contemplar la de la plaza de Catalunya durante el paseo que se dio por la mañana. En ciudades como Nueva York, Londres y Lisboa grupos de españoles empiezan a movilizarse en Facebook para protestar ante embajadas y consulados.