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El rescate de información en la red emerge como negocio funerario

M. J. I.
BARCELONA

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Las fotografías y videos familiares enviados por correo electrónico, la correspondencia intercambiada a través de la red, las reflexiones -más o menos profundas- vertidas en Twitter, los archivos de música... La información personal, íntima a veces, que queda flotando en la nube digital tras la muerte no contiene solo valor sentimental. Puede tener también un valor económico. «¿Quien nos asegura, por ejemplo, que la persona difunta no se dedicó en vida a escribir un libro, o a atesorar una importantísima colección de música?», señala Eduard Vidal, abogado y consejero delegado de la empresa de servicios funerarios Mémora.

La compañía ofrecerá a partir de diciembre un nuevo servicio para que sus clientes puedan recuperar la memoria digital del fallecido, un negocio de nuevo cuño que funciona desde hace poco más de tres años en Suecia y Estados Unidos. En España la experiencia será pionera, asegura Vidal. «Y posiblemente es también la primera vez, a nivel mundial, que esta oferta se vincula al sector funerario», añade.

EN EL TESTAMENTO / «El servicio consiste en rastrear, con distintos motores de búsqueda, toda la información dejada por el difunto. Los allegados podrán decidir si quieren eliminar esos datos o conservarlos», precisa Oriol Torres, su creador. El respeto al derecho a la intimidad, dice Torres, «está garantizado, en tanto que solo se actúa por voluntad expresa de los herederos y siempre de acuerdo con ellos».

La demanda, quizá muy incipiente aún en España, crece en países como Gran Bretaña, donde el 11% de los ciudadanos incluyen ya en sus testamentos las contraseñas de internet para evitar que la información personalon linese pierda. Según el Centro de Tecnología Social y Creativa (CAST, en sus siglas en inglés) de la Universidad de Londres, el uso generalizado desmartphonesy otros dispositivos digitales ha incrementado la posibilidad de almacenaje de películas, fotos, correos e informes del trabajo.

ESQUELAS Y EPITAFIOS / Otro filón digital para el sector funerario son las esquelas y los epitafios. «Basta con observar el movimiento que ha originado en la red la reciente muerte del piloto italiano Marco Simoncelli», indica Pili Pasquín, promotora de la web Epilogable, «un espacio para recoger todas las formas posibles de expresar el duelo», cuenta.

Una de las innovaciones del servicio, que mañana se pone oficialmente en marcha, es que «ofrece la posibilidad de crear un testamento emocional, con un apartado secreto en el que las personas pueden dejar las contraseñas personales a sus herederos», explica Pasquín.