Primera sanción a raíz de la ley antihomofobia dos años después de su aprobación

La Conselleria de Treball, Afers Socials i Famílies, dirigida por Dolors Bassa, ha impuesto la primera sanción por insultos homófobos a los dos años (se cumplen el 2 de octubre) de la aprobación de la ley 11/ 2014 en el Parlament de Catalunya. Los hechos sancionados se produjeron el pasado mes de marzo cuando el familiar de un interno insultó y tuvo un comportamiento violento con el trabajador de un centro residencial para mayores de la ciudad de Barcelona.

La víctima presentó la queja ante el Observatorio contra la Homofobia en Catalunya (OHC)  argumentando que había sido increpado y menospreciado por su orientación sexual. La multa impuesta al agresor asciende a 300 euros. De las 81 denuncias que ha recibido la Generalitat (únicamente le llegan las de cáracter administrativo), solo esta ha acabado en sanción. El presidente del OHC, Eugeni Rodríguez ha resaltado: "No queremos que la homofobia salga gratis. No debe haber impunidad para el insulto".  

AGRAVIOS

Bassa ha resaltado que la sanción "tiene un gran simbolismo" porque evidencia "la tolerancia cero" con conductas contra este colectivo. Sin embargo, Eugeni Rodríguez, ha rebajado el optimismo de la 'consellera' y ha asegurado que la multa "llega muy tarde" por tres motivos: "Porque no hay voluntad política, ni recursos económicos, ni se ha desarrollado el reglamento para la aplicación de la ley". Rodríguez ha remarcado que "hay que actuar con contundencia porque la protección de los derechos del colectivo no permite rebajas de ningún tipo".

El observatorio ha tramitado en estos dos años un total de 181 denuncias por actitudes homófobas contra el colectivo. De esta cifra, 56 se han producido durante este año. La mayoría de las protestas son por agresiones físicas e insultos. La entidad destaca dos hechos: se han disparado los insultos a través de las redes sociales, que han aumentado 6 puntos respecto del 2015, y se han incrementado las denuncias de hechos que se producen en los centros escolares, que con el 12% han pasado de ocupar el puesto quinto al tercero en la clasificación de agravios homófobos. El retrato del agresor es, según el OHC, un hombre cuya edad oscila entre los 18 y los 30 años, mientras que los más agredidos son hombres gais.

BALANCE NEGATIVO

La aplicación de la ley catalana antihomofobia todavía cojea cuando se cumplen dos años de su aprobación. "El balance es negativo porque no se ha creado el organismo que coordine las reclamaciones, tampoco el servicio de atención integral a las víctimas, ni un reglamento sancionador específico", apunta Rodríguez.

Según datos de la 'conselleria', desde que se aprobó la ley el 2 de octubre del 2014 se han denunciado 81 casos al Área Para la Igualdad de Trato y No Discriminación de Personas. De esta cifra, un total de 67 hacen referencia a insultos (34 en persona, 16 a través de la redes y 17 por otros medios). También se han tramitado cinco casos por amenazas y otros tantos por agresiones. Todas estas denuncias han provocado la apertura de 32 expedientes administrativos. El resto, " han sido derivados a la vía penal o laboral o quedaban fuera del ámbito competencial de la Generalitat". También se han atendido "140 notificaciones de vulneraciones de derechos recogidos en la ley y centenares de denuncias al teléfono 012".