PRUEBA PILOTO EN EL LITORAL

El dron socorrista

La playa de Cunit prueba un artefacto capaz de lanzar salvavidas, controlar medusas y detectar embarcaciones a la deriva

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ESTHER CELMA / TARRAGONA

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Entre 30 y 58 segundos. Es lo que tarda el dron Delta 01 en lanzar un salvavidas a un bañista en apuros mientras acude en su auxilio el socorrista, que tardará un mínimo de tres minutos en llegar y completar el rescate. El dron ya sobrevuela la playa de Cunit (Baix Penedès) en una prueba piloto de la que se esperan múltiples aplicaciones.

Además de lanzar flotadores, también será útil para controlar medusas, avistar grandes peces, detectar embarcaciones a la deriva o contaminación en el agua, desgrana Vicente Luna, jefe de Protecció Civil, coordinador de la seguridad en las playas y uno de los pilotos del dron.

El otro piloto es el policía local Dani Olmo, aficionado a esta tecnología. A base de prueba y error, ha diseñado el flotador que se adapta al dron sin modificar el modelo de serie, que ha costado 3.400 euros y tiene una autonomía de 25 minutos. Lo ha logrado a la quinta, jugando con la posición de las alas para anclar el salvavidas de modo natural, explica.

FALTA DE VISIBILIDAD

El sistema de un dron como vigilante de la playa es tan novedoso que se ha creado desde cero y aún se trabaja en los protocolos de actuación. Cunit cuenta con 10 socorristas, a los que se ha formado para proporcionar coordenadas, comunicarse con el dron, afinar su pilotaje y su capacidad de respuesta. Delta 01 tiene múltiples funciones que los impulsores de la prueba piloto exploran con entusiasmo. Para que no vuele por encima de la multitud, usan el canal de embarcaciones -en el que está prohibido el baño- para el despegue y el aterrizaje.

La playa de Cunit cuenta con espigones artificiales que la embellecen, pero aumentan el peligro por los remolinos, las corrientes y por falta de visibilidad de los socorristas. En julio del año pasado, relata Luna, “nos avisaron que una bañista estaba en apuros detrás del espigón, pero cuando llegó el socorrista, resultó que no era solo una persona, sino dos, y una murió”.

Este accidente trágico les espoleó a desarrollar a Delta 01, con la idea de “salvar personas”.

El dron proporciona información impagable a los socorristas, que saben a qué atenerse y multiplican así su eficiencia al tiempo que también aumentan su propia seguridad.

En los vuelos de prueba, han descubierto que “a los usuarios les gusta interactuar con el dron. Si están bien, le hacen la señal de OK. Si están en sitios prohibidos y ven que se acerca, se van”, Uno de los últimos casos eran “niños que estaban en las boyas, se fueron enseguida a jugar a la arena saludando a Delta 01 y ya en tierra, el socorrista les explicó por qué no debían hacerlo más”.

A sus artífices no les consta ningún otro municipio que lo aplique y, de momento, solo se ha interesado en su funcionamiento la Guardia Civil del Mar o Salvamento Marítimo.

“Tampoco lo hemos proclamado a los cuatro vientos, para nosotros es una herramienta de trabajo, un recurso para salvar vidas, no un espectáculo”, remacha Luna. Y los dos ya piensan en nuevos usos -prevención de incendios, seguridad ciudadana- mientras prueban de qué es capaz al socorrista Delta01.