Novena muerte este año en un encierro taurino

Con la muerte ayer de un joven de 18 años después de ser corneado el domingo en el abdomen por una vaquilla en las fiestas de Lerín (Navarra), son ya nueve las personas que han perdido la vida este 2015 en encierros y otras actividades taurinas populares. Solo durante el pasado fin de semana fueron cuatro las víctimas mortales en esas circunstancias. La cifra anual solo la supera, en las últimas dos décadas, el 2009, cuando murieron 10 personas.

La masificación, la inexperiencia de las víctimas, a veces el alcohol y la falta de sueño suelen ser las condiciones que aumentan las posibilidades de que se produzcan cogidas, caídas y contusiones fatales. Lo determinante, sin embargo, es el comportamiento de los toros, que en estas ocasiones suelen mostrarse muy nerviosos y, por tanto, con reacciones difíciles de prever.

A las víctimas mortales que suman cada año los festejos taurinos hay que añadir, además, una lista importante de heridos por cornadas o golpeados durante la carrera. Solo en los encierros de los Sanfermines, este verano fueron atendidas 27 personas por contusiones y 10 por asta de toro. Uno de los problemas con que topan los organizadores de estos eventos, es que no existe una normativa unificada para todos los festejos taurinos a nivel estatal y son las comunidades autónomas las que se encargan de su regulación.

La primera víctima mortal del año se registró el 24 de junio, cuando un hombre de 43 años falleció tras recibir varias cornadas durante la lidia del toro de San Juan en el marco los Sanjuanes de Coria. Al día siguiente, moría un vecino de L'Ampolla, que había resultado herido el 22 de junio durante la celebración de un toro embolado durante la fiesta mayor de Sant Joan de la localidad.

En la Comunidad Valenciana se produjeron otros dos fallecimiento los días 5 y 14 de julio, mientras que el 9 de agosto murió otro hombre, de 32 años, tras ser corneado en Toledo mientras grababa un encierro con su teléfono móvil. El 14 de agosto perdieron la vida dos hombres más, en Valencia y en Murcia, y el día 15, en Peñafiel (Valladolid), moría un concejal del pueblo de Traspinedo. Al día siguiente se produjo la cornada de Lerín, cuya víctima falleció ayer.