Las protestas 2.0

Miles de indignados reconquistan Sol sin ninguna oposición policial

La marcha del 15-M en Barcelona, durante la parada que hizo en la plaza de Sant Jaume, ayer.

La marcha del 15-M en Barcelona, durante la parada que hizo en la plaza de Sant Jaume, ayer.

MAYKA NAVARRO / MADRID
ELENA PARREÑO / BARCELONA

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Cuatro días después del desalojo de los últimos acampados en la Puerta del Sol de Madrid, miles de indignados reconquistaron anoche emocionados el simbólico espacio. Atronó el cántico «¡Esta es nuestra victoria!» y no fueron pocos los miembros del 15-M que en gesto papal besaron el suelo, no en balde se trata de una especie de lugar sagrado del movimiento. Al cierre de esta edición una asamblea discutía qué hacer con el espacio recuperado. Mientras unos proponían volver a levantar el campamento, otros apostaban por instalar solo un punto de información y encuentro. En cualquier caso, la voluntad de volver a tener allí una presencia fija era mayoritaria.

Los indignados encontraron expedito el acceso a la Puerta del Sol. Ningún policía se lo impidió. El kilómetro cero de las carreteras de España era la meta de una manifestación de protesta contra la carga de la Policía Nacional el jueves en el Ministerio de Interior, considerada violencia policial por el 15-M. Todo indica que las fuerzas del orden recibieron ayer instrucciones de no intervenir. Sin embargo, fuentes de la Delegación del Gobierno informaron de que no se va a permitir otro asentamiento en Sol.

INSTRUCCIONES / Antes de comenzar la marcha, que se preveía conflictiva, los indignados celebraron una asamblea en la que se recomendó no dejarse llevar por el pánico en caso de carga policial. La tesis era que el jueves se pretendió amedrentar al movimiento para desactivarlo. En Atocha estaba Ramón Carpín, un indignado de 74 años que en la carga policial recibió porrazos en un ojo, un costado y una rodilla. Bastantes manifestantes llevaban en la ropa pegatinas de «Muy frágil».

La protesta, encabezada por tres pancartas con los lemas «Por un futuro mejor, democracia real ya!», «15-M vivo» y «15-M respeto», se detuvo ante el Ministerio del Interior antes de poner rumbo a Sol. Fueron unos 20 minutos de tensión. Una línea de policías recibió a pelo, sin ninguna equipación antidisturbios, a la marcha. Los manifestantes se plantaron a un palmo de los agentes y estos aguantaron estoicamente una cascada de insultos, aunque también hubo quien intentó dialogar con los policías e incluso quien quiso darles una flor. Ningún incidente. Y desde la sede de Interior puso rumbo la manifestación a la Puerta del Sol, el vientre del 15-M.

REGRESO A LA PLAZA DE CATALUNYA / En Barcelona, también miles de personas (al menos en algunos momentos) participaron en una protesta por el centro de la ciudad contra la actuación de la policía en Madrid el jueves. En la plaza de Sant Jaume los indignados guardaron un minuto de silencio por la carga policial y lanzaron aviones de papel a los mossos. Al pasar por delante de oficinas de bancos y cajas y de la sede de CDC corearon el grito «¡Culpables!».

Ya con solo unos centenares de integrantes, la manifestación concluyó en la plaza de Catalunya. «Tornem a casa!», gritaron los indignados, que acababan de enterarse de la reconquista de Sol. Al cierre de esta edición iban a empezar una asamblea para debatir si ellos también recuperabansuplaza.