CONSEJO TERRITORIAL DE SERVICIOS SOCIALES

Mato se niega a corregir el reparto de los fondos contra la pobreza infantil

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, y la 'consellera' de Benestar, Neus Munté, ayer en el pleno del consejo territorial.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, y la 'consellera' de Benestar, Neus Munté, ayer en el pleno del consejo territorial.

TONI SUST
BARCELONA

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Alguien en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se ha dado cuenta de que la decisión de no tener en cuenta la población al repartir un crédito de 16 millones de euros para paliar la pobreza infantil entre las comunidades autónomas fue errónea. Que no es normal dar a Catalunya y Andalucía 2,25 euros y 1,90 euros por niño en riesgo de exclusión, respectivamente, mientras Ceuta recibe 153 euros por menor en esa situación. Pero es tarde ya para reparar la chapuza, dicen en el ministerio: se corregirá la próxima vez.

Ayer se dio luz verde a la ayuda en el Consejo Territorial de Servicios Sociales -en el que participan las comunidades autónomas- y la ministra Ana Mato quiere que se apruebe en el Consejo de Ministros de mañana mismo. Como muy tarde, la semana que viene. No se trata de una aportación decisiva. Algo podrá hacer Catalunya, por ejemplo, con la escasa tajada que le corresponde: 726.000 euros. Pero no será mucho.

Fueron fuentes del ministerio las que afirmaron que el reparto se arreglará la próxima vez, pero eso será si se vuelve a dar un crédito de esta naturaleza, ya que hay que recordar que el texto que describe la iniciativa advierte de que el Gobierno no se crea la obligación de volver a darla. En todo caso, Mato calificó el método empleado de «objetivo» y  afirmó que fue pactado con las comunidades autónomas. Sin embargo, varias de ellas, incluida alguna gobernada por el PP, rechazaron explícitamente el método de reparto. Catalunya, Andalucía, Asturias y Galicia elevaron la voz para pedir a Mato un cambio y que se tenga en cuenta a la población. Una segunda crítica de varias comunidades tuvo que ver con el presupuesto, por su escasez.

INDICADOR AROPE / Resulta curioso que el Gobierno central haya incurrido en una clara injusticia precisamente cuando había dado un paso para juzgar la pobreza con mayor precisión que hasta ahora. Porque eso es lo que hizo al elegir como baremo para decidir dónde invertía más y dónde menos el indicador Arope, que resulta más completo que los métodos que solo tienen en cuenta las rentas y marcan una línea de ingresos anuales por debajo de la cual se considera que existe riesgo de exclusión, es decir, de ser pobre. El indicador Arope tiene en cuenta aspectos cualitativos para determinar el nivel de pobreza. Pero aplicado sin tener en cuenta la población afectada lleva al desequilibrio y a situaciones ridículas, como que Ceuta y Andalucía reciban casi lo mismo

-1,3 millones de euros y 1,2 millones- para atender, respectivamente, a 8.000 y a 636.000 niños.

MATO ATACA / Mato riñó a las comunidades que protestan de varias maneras. Para empezar, consideró lógico que todas quieran el método que más las beneficia en función de su especificidad. Para seguir, denunció que los directores generales de todas las autonomías pactaron el sistema elegido en dos reuniones. Y para acabar, afeó a los gobiernos autónomos que hablen ahora de pobreza infantil y no cuando se incrementó más, entre el 2008 y el 2011.

La ministra de Sanidad y Servicios Sociales pronunció una frase enigmática: «Lo que es triste y lamentable es que algunas de las comunidades autónomas que están criticando por qué tienen más dinero las que tienen más pobreza infantil estén pensando en esta cuestión ahora si entre el 2008 y el 2011 fue cuando más creció», dijo, informa Europa Press. «En esa etapa no hablaban de pobreza infantil y me gustaría saber por qué ahora», advirtió. Y remachó dando un consejo capón: «Las comunidades autónomas deberían reflexionar sobre a qué cuestiones dan prioridad a sus ingresos».

No tiene el Gobierno central, ni por las etapas del PP ni por las del PSOE, mucho en que sacar pecho al respecto: la inversión contra la pobreza infantil española ha estado siempre por debajo de la de la UE. Cierto es que la de Catalunya ha sido incluso inferior a la española.

«OJALÁ NO SEA NECESARIO» / Sostienen en el ministerio que la revisión del sistema debe responder a un acuerdo entre las comunidades autónomas que después valide el Gobierno. Cabe insistir en que eso únicamente se podría producir si se programan nuevas partidas como esta en los presupuestos del año que viene. En una muestra de optimismo insuperable, Mato proclamó al respecto: «Ojalá no sea necesario». No parece viable que la solución a la pobreza infantil llegue este año. Los expertos son más bien de la opinión de que se está cronificando y de que dejará efectos permanente en nuestra sociedad.