PUEDEN ARRASTRAR EL PROBLEMA PARA EL RESTO DE SU VIDA

Un 5% de los niños y adolescentes sufren depresión sin que nadie se dé cuenta

En un alto porcentaje de los casos, el menor deprimido tendrá problemas afectivos y trastornos psiquiátricos cuando sea adulto

EFE / Eivissa

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Al menos el 5% de los niños y adolescentes españoles sufrendepresión y en muchas ocasionesviven sumidos en la tristeza sin que nadie se dé cuenta, lo que puede convertirse en una pesadacarga para el resto de sus vidas.

En un alto porcentaje de los casos, un niño/a con depresión tendráproblemas afectivos yotros trastornos psiquiátricos en la edad adulta, ha explicado hoyCelso Arango, jefe de Psiquiatría infanto-juvenil del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, en Madrid, y director científico del CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental).

"Un50% de los niñoscondepresión mayor acabará teniendo untrastorno bipolaren laedad adulta", ha puntualizado el experto, uno de los ponentes del 9º Seminario Lundbeck "Sumidos en la tristeza a cualquier edad", donde se ha puesto de manifiesto que la depresión está infradiagnosticada en todas las etapas de la vida.

Arango ha dicho que el 70% de los trastornos psiquiátricoscomienzan antes de los 18 años y, concretamente, la presencia de episodios depresivos en la juventud se asocia, a largo plazo, con sucesos más graves, como un mayor riesgo de comorbilidad psiquiátrica, abusos de sustancias y trastornos de ansiedad.

Riesgo de suicidio

También se vincula condesadaptación psicosocial enmúltiples dominios, como menor nivel económico y laboral alcanzado, una pobre relación interpersonal con la familia, un perfil de personalidad caracterizado por pesimismo, baja autoestima, pocas estrategias para afrontar la vida y presencia de mayor número de estresores ambientales.

Rosa Catalán, coordinadora de Calidad y Seguridad Clínica del Instituto Clínico de Neurociencias delHospital Clínic de Barcelona, ha añadido que esta población se convertirá en una gran demandante derecursos sanitarios. Catalán ha destacado, como ejemplo, un incremento del riesgo para sufrir determinadas enfermedades como la diabetesmellitus, patologías cardiológicas e hipertensión.

Ladepresión es, además, uno de los factores deriesgo de suicidio en losadolescentes, siendo la segunda causa de muerte en esas edades por detrás de losaccidentes. Muchas veces la "voz de alarma" de esta patología no suena o no se oye hasta que es lo "suficientemente tarde" para que el pronóstico no sea tan bueno como si se hubiese intervenido de forma temprana, segúnArango.

Alertas mal interpretadas

Laalerta no es bien interpretada y lossíntomas de irritabilidad, bajón en el rendimiento académico, apatía por salir con los amigos o trastornos de conducta no se perciben como unsíndrome depresivo cuando en ocasiones sí lo son, ha agregado.

Desde que los primeros síntomas se manifiestan hasta que el menor acude a consulta pueden transcurrirmeses, añoso, en el peor de los casos, no hacerlo nunca o hacerlo ya en laedad adulta, cuando se diagnostica un trastorno depresivo en la infancia de forma retrospectiva. "Tan solo el 10% de los trastornos mentales en varones jóvenes y el 20% en mujeres recibetratamiento adecuado", ha matizado el doctor.

Catalán ha precisado que el mayor factor de riesgo individual son losantecedentes familiares, seguido por situaciones traumáticas en la infancia como el abuso, negligencia o malos tratos, al igual que ciertos temperamentos.

Los ancianos, más deprimidos

Loselementos de riesgo en la edad adulta para que la depresión tenga un curso crónico serían los antecedentes parentales, la edad de inicio temprana y una amplia gama deadversidades ambientales, como la pérdida de trabajo, dificultades matrimoniales, problemas de salud importantes y la pérdida de relaciones íntimas personales.

Rosa Molina, coordinadora del Área de Salud Mental del Hospital deManacor, enMallorca, ha recalcado que ladepresión se ceba en los mayores. Es el trastorno psiquiátrico más frecuente entre lapoblación anciana, al afectar al 10% de los que viven en la comunidad y a entre el 15% y 50% de los que se encuentran en las residencias.

Losfactores psicosociales como duelo, soledad o pobreza juegan un papel muy importante en la aparición decuadros depresivos a esas edades, en las que a veces se asume que estar profundamente triste es algo normal, según la doctora.