INVESTIGACIÓN POLICIAL

Los heridos de Palamós querían fabricar hachís

Un coche de policía, ante el edificio donde se produjo la explosión.

Un coche de policía, ante el edificio donde se produjo la explosión.

EL PERIÓDICO
PALAMÓS

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Una alta dosis de imprudencia y demasiada confianza -fe ciega, podría decirse- en todo lo que se publica en internet. Esta fatal combinación se encuentra, según las primeras investigaciones de los Mossos d'Esquadra, en el origen de la explosión que el martes por la tarde causó graves quemaduras a seis jóvenes de entre 19 y 27 años en el interior de un piso de Palamós (Baix Empordà).  Según apuntan las pesquisas policiales, los heridos trataban de fabricar hachís aplicando un método casero que habían visto en internet y que consiste en congelar marihuana con el gas de las botellas que sirven para recargar mecheros, con lo que se consigue obtener aceite y, luego, resina de hachís.

En la red abundan los manuales de instrucciones, más o menos elaborados, que explican cómo se puede fabricar este tipo de hachís casero. Los jóvenes, al parecer, decidieron seguir los pasos que se describen en uno de ellos, pero la imprudencia o el desconocimiento hizo que obviaran dos recomendaciones básicas que se formulan en bastantes de estos manuales, aunque ni mucho menos en todos: realizar todo el proceso al aire libre o en un espacio muy ventilado y no encender ninguna llama, no aproximar ninguna fuente de calor y evitar el riesgo de que se produzca cualquier tipo de chispa. «Sobre todo mucho cuidado con esto!!! -se puede leer en uno de esos manuales-. Lo que queremos es sacar aceite de la marihuana, no salir en las noticias!!!»

UNA HABITACIÓN PEQUEÑA / Resulta obvio que los jóvenes no leyeron estas recomendaciones o decidieron que no era necesario seguirlas. Se habían encerrado en una habitación de pequeñas dimensiones, con lo que era fácil que la atmósfera se cargara de gas, y además, según han podido averiguar los Mossos, uno de ellos encendió un cigarrillo en pleno proceso de fabricación del hachís, lo que al parecer provocó la explosión.

Tres de los jóvenes heridos fueron dados de alta el miércoles, mientras que los tres restantes continuaban ingresados en la unidad de quemados del Hospital de Vall d'Hebron, según explicó el centro sanitario en un comunicado. Los tres hospitalizados estaban en situación estable y su evolución era favorable. Se trata de un hombre de 21 años, con quemaduras de segundo grado en el 19% del cuerpo y pronóstico grave, y dos jóvenes de 20 años con pronóstico menos grave y quemaduras también de segundo grado en el 16% y el 15% del cuerpo, respectivamente.

La fuerte explosión en la habitación quemó parcialmente un colchón y desplazó la persiana de una ventana, cuyos cristales cayeron a la calle, aunque no causó daños estructurales en el edificio, un pequeño inmueble con un bajo y dos pisos distribuidos en dos plantas. El padre de uno de los jóvenes, que se encontraba en otra estancia de la vivienda, resultó ileso.

Hasta el lugar del siniestro se desplazaron en total ocho dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, otras siete de los Mossos d'Esquadra, varios policías locales, cuatro ambulancias y tres helicópteros del Servei d'Emergències Mèdiques (SEM), que trasladaron con urgencia a los heridos al Hospital de Vall d'Hebron.