Investigación del Idibell-Bellvitge

Los genes también 'envejecen'

ANTONIO MADRIDEJOS / Barcelona

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Elgenomao conjunto de genes de una persona es siempre el mismo a lo largo de la vida, pero las señales químicas que lo regulan, las marcas que determinan el comportamiento de las células, varían con el paso de los años, según confirma por primera vez un estudio realizado por investigadores catalanes.

Elepigenoma, como son conocidas estas marcas, se deteriora en un proceso progresivo. "El análisis muestra que en la vejez está desgastado", resume el investigador Manel Esteller, director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), mientras muestra un gráfico con los resultados obtenidos.

Elequipo del Idibell ha secuenciado por primera vez el epigenoma de un centenario de 103 años y lo ha comparado con el de un recién nacido y una persona en la treintena. "Cuando naces, tu epigenoma está perfecto. El ADN metila [se expresa] donde toca. En la vejez, en cambio, es como si nuestras proteínas fueran incapaces de hacer su trabajo y esto provoca que el ADN sea más frágil, que se rompa más", explica. La investigación se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Grosso modo, el epigenoma podría definirse como todas las modificaciones químicas que se añaden a los genes a lo largo de los años, tanto fisiológicas como externas. El investigador del Idibell considera que el deterioro del epigenoma es en gran parte una cuestión de edad, como si las células tuvieran un límite de vida, como si estuvieran programadas para no vivir más, aunque obviamente "puede haber grandes influencias ambientales, como la contaminación o la dieta".

El genoma siempre es el mismo en un individuo, pero el epigenoma depende de cada célula y cada órgano. Hay unos 120 tipos. "Todos nuestros componentes tienen el mismo abecedario (genoma), pero la ortografía (epigenoma) es distinta en cada parte de nuestra anatomía", dice Esteller. Lo curioso, como demuestra el trabajo, es que, incluso para un mismo tejido, el epigenoma varía con la edad.

Esteller considera que las investigaciones sobre epigenética permiten avanzar en el conocimiento del cáncer y otras enfermedades. Lo observa todo con esperanza: "A diferencia de las lesiones genéticas, las epigenéticas son reversibles y, por tanto, la modificación de ciertos patrones mediante la dieta o el uso de fármacos podría inducir un aumento del tiempo de vida", concluye el investigador del Idibell.