lucha contra la gordura

Los expertos advierten de que los microorganismos contribuyen al aumento de peso

La flora bacteriana se desvela como un factor fundamental en el control del metabolismo y del funcionamiento del tracto intestinal

Una mujer con sobrepeso pasea por Barcelona.

Una mujer con sobrepeso pasea por Barcelona. / periodico

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Los microorganismos y las bacterias influyen en el incremento de peso. La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) ha advertido este miércoles de la relación existente entre los microorganismos y la gordura, con independencia de la genética y de la alimentación.

A raíz de las conclusiones de un reciente estudio internacional en el que se constata que el germen 'Helicobacter pylori' -causa de la mayoría de úlceras de estómago- está involucrado con el aumento de peso, esta sociedad científica ha incidido en que los microorganismos pueden provocar un incremento de la grasa corporal en humanos. También el adenovirus AD-36, un virus común que causa resfriados, es otro buen ejemplo, según ha señalado la Seedo, ya que provoca una mayor división de los adipocitos y favorece la acumulación de grasa.

'Infectobesidad'

Recientemente se ha acuñado el término 'infectobesidad' para definir la influencia de los microorganismos en el incremento de peso, y alude a la teoría de que las personas obesas tienen una flora bacteriana distinta que hace que procesen los alimentos de manera diferente, lo que influiría en su ganancia de peso y almacenamiento de grasa, ha señalado esta sociedad. Ello supone, según los expertos, que algunas personas aumentan de peso significativamente no por comer en exceso o por su genética sino por tener una composición diferente de microbios en el intestino.

Aunque los compuestos milagrosos tardarán en llegar, la vía del análisis microscópico del intestino abre nuevas dianas terapéuticas para atajar la proliferación del exceso de peso a nivel mundial. Y es que los primeros estudios que apuntaron a que existían causas no genéticas ni alimenticias en la gordura datan de mediados de los 90, pero nadie ha encontrado el catalizador del adelgazamiento definitivo. 

Alteración bacteriana

Existe consenso en que la abundancia relativa de dos de los grupos más comunes de bacterias intestinales está alterada en humanos y ratones obesos. La flora microbiana de los obesos tiene una mayor capacidad para cosechar calorías de la dieta. Los expertos plantean manipular la flora intestinal para regular el equilibrio energético. La cuestión es que engordar no es solo cosa de calorías, el mismo plato de legumbres no produce los mismos efectos en todos, y eso depende de microorganismos.

En el intestino humano hay billones de microbios buenos, que ayudan a digerir la comida que el cuerpo no puede procesar por sí solo, como los azúcares complejos de los cereales, la fruta y las verduras. Como parte del proceso digestivo, los microbios descomponen los nutrientes para extraer calorías que pueden almacenarse en forma de grasa. El caso es que la ciencia descubre que la predisposición a engordar ya no es solo genética o 'cosa de bollos', también es efecto de una fauna intestinal poco equilibrada.