El encarecimiento de la movilidad

Las nuevas tarifas del transporte solo benefician al que viaja 3 veces al día

Varios usuarios validan sus billetes en la estación de metro de Plaça Espanya, ayer.

Varios usuarios validan sus billetes en la estación de metro de Plaça Espanya, ayer.

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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Los nuevos importes del transporte público que serán vigentes a partir del 1 de enero probablemente no lograrán un desembarco masivo de clientes. En la tabla de precios aprobada por la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) y hecha pública el lunes por la Generalitat se constata que únicamente los pasajeros que realizan por lo menos tres viajes al día se verán beneficiados por desplazamientos más económicos. Esta circunstancia llevó ayer a gran parte de los actores vinculados a este ámbito a lamentar que se haya perdido una oportunidad para aplicar fórmulas que incentiven la utilización del metro, el bus o los trenes.

La T-10 de una zona, el título de transporte más utilizado, ha subido un 12%. Los responsables de la Generalitat explican este incremento por la urgencia de modificar los hábitos de los viajeros que, a pesar de utilizar a diario uno o varios de los transportes del área integrada, continúan optando por el abono de diez viajes. A cambio, defendieron los responsables de la movilidad, se rebaja un 2% la T-Mes y un 5% la T-Trimestre. Y solo en el caso de que un ciudadano se decante por estos abonos --y que por lo tanto viaje de forma intensiva (ver gráfico)--, se verá beneficiado por un descenso en la tarifa.

«La Generalitat ha hecho la subida de precios más alta de la historia y lo compensa haciendo una bajada simbólica de un euro de la T-Mes que, además, la gente no comprará porque para que le salga a cuenta tiene que hacer por lo menos 54 viajes al mes», se quejó el presidente de la asociación Promoció del Transport Públic (PTP), Ricard Riol. La entidad censuró que la Conselleria de Territori i Sostenibilitat haya optado por estimular la demanda del vehículo privado por encima del transporte colectivo.

PROPUESTA DE UNA T-AMBIENTAL / La PTP reveló ayer que a finales de noviembre, ante la previsible subida de las tarifas, hizo una propuesta a la Generalitat para crear una T-Ambiental, que sería una T-Mes de tres y seis zonas a un precio de 51 y 100 euros respectivamente. Con este abono se premiaría a los usuarios habituales (más de 40 trayectos al mes) que, además, se ven perjudicados por el hecho de vivir fuera de la primera corona metropolitana. La asociación lamentó ayer que no se haya tenido en cuenta la propuesta pero fuentes de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat aseguraron que todavía la están estudiando.

Riol aseguró que la mayoría de usuarios compra la T-10 «porque es el título más económico y porque previamente no hacen el ejercicio de calcular cuántos viajes van a hacer al mes». La PTP considera que el hecho de promover títulos de transporte como la T-10 tiene un efecto «disuasorio» sobre el ciudadano y no lo fidelizan. Un estudio elaborado por la entidad constata que la solución a los problemas de financiación del transporte público son un nuevo modelo en el que el transporte privado, que es el que causa más congestión y contaminación, asuma una parte de ese coste.

Riol aseguró que la administración ha aprobado planes Prever, descuentos en los impuestos de matriculación o la gratuidad del área verde en Barcelona para los coches privados y, por contra, recorta en servicios de transporte público y encarece servicios como el Bicing.

RIESGO DE EXCLUSIÓN / Pero las críticas a las nuevas tarifas no fueron solo de la PTP. La síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, tildó de «exagerada y abusiva» la subida y reclamó que los colectivos con riesgo de exclusión social tengan bonificaciones. El sindicato CCOO también rechazó el «desmesurado» incremento de las tarifas y juzgó «contradictorio» que la Generalitat aplique estas subidas y al mismo tiempo subvencione con reducción de peajes a ciertos usuarios del vehículo privado «sin ningún criterio de equidad social»,

Y mientras unos censuraban la aplicación de bonificaciones en las barreras de las autopistas que dependen de la Generalitat, otros pedían que fueran mayores. Como el alcalde de Mollet del Vallès (Vallès Oriental), Josep Monràs, que reclamó que siga siendo gratuito para los residentes.