Discriminación por la apariencia física

«Las mujeres sufren más la gordofobia que los hombres»

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La gordofobia también es una cuestión de sexoSergi Martos y Aimée Rosa son el ejemplo. «Las mujeres sufren más la gordofobia que los hombres», dice ella. «Yo no creo que sea exactamente así. Lo que pasa es que a la gordofobia se le añade el sexismo», replica él.

Sea o no una cuestión de hombres y mujeres, lo cierto es que su historia es distinta. Él no sufrió ningún tipo de discriminación en el colegio por su peso. Si acaso los complejos salieron en la adolescencia. «Ahí me pasó lo de salir con la chaqueta tapándome en verano», cuenta.

Para ella todo fue más complicado. Si los niños atacan donde pueden, el peso era su talón de aquiles. «En educación primaria lo pasé fatal. Era la única gorda». El paso al instituto tampoco fue mucho más sencillo. «No utilicé ropa ajustada hasta los 16, sentía que era inútil». En el bachiller ato cambió de instituto. Ahora, a los 17 años, estudia en casa.

Su sobrepeso se debe a problemas de salud, mientras que él habla de genética. Durante unos meses estuvo yendo a una endocrina, que le puso una dieta. «Y cuanto más estricta es la dieta, más te limitas tú». Ahí comenzó a obsesionarse , hasta que terminó dejándola.

Los dos también encuentran problemas con la ropa. Martos explica que hace poco fue a comprar un pantalón de la talla que siempre usa en la tienda en la que siempre compra y no le cabía ni en la pierna. Rosa también se indigna por la falta de pantalones de su talla en la mayoría de tiendas.

Ella ha creado ahora en Barcelona un grupo de Stop Gordofobia local. La página principal le ha ayudado. «Al ver que hay gente que sufre o sufrió cosas parecidas por las que pasaste tú en algún momento te hace sentir menos sola -explica-. «Más comprendida y apoyada».