Las becas para la universidad exigen mejor nota y más aprobados

A los consejeros de Educación, convocados para el próximo jueves a una nueva conferencia interterritorial, les espera, como ya ocurrió en la sesión del pasado abril, un nuevo jarro de agua fría por parte del ministro, José Ignacio Wert. El programa del encuentro prevé la presentación de un real decreto que endurece los criterios para ser beneficiario de una beca universitaria. Las nuevas condiciones prevén que los estudiantes que opten a una ayuda hayan obtenido, como mínimo, un 5,5 en la nota de las pruebas de acceso a la universidad, la selectividad. Medio punto más que hasta ahora, confirmaron ayer fuentes del ministerio de Educación.

Para quienes sigan aspirando a una beca en los siguientes cursos, el nuevo decreto establece que hay que haber aprobado un mínimo del 80% de asignaturas si se trata de estudios de ciencias y ciencias de la salud; del 65% si se cursa arquitectura o alguna ingeniería, y del 90% para el resto de titulaciones. Hasta ahora se exigía superar el 80% (el 60% en ingenierías) para conservar la ayuda.

Los alumnos que opten a una beca-salario tendrán que acreditar una nota mínima de selectividad de 6, también medio punto más que hasta ahora, y aprobar todas las asignaturas (un 85%, en el caso de las ingenierías) para seguir contando con esta ayuda en los siguientes cursos.

Los másteres requerirán de una nota de 6,5 y de un 100% de rendimiento académico si se quiere renovar la beca para un segundo curso. Además, las ayudas no cubrirán segundas, terceras o matrículas sucesivas, según asegura el Consell de l'Estudiantat de les Universitats Catalanes (Ceucat), que ha tenido acceso al documento. «Con las nuevas exigencias de rendimiento, del 15% al 20% de los actuales becarios en la Universitat Politècnica de Catalunya perderán la ayuda», observó Jordi Codony, presidente del Ceucat.

El cambio de criterios de distribución no conlleva, sin embargo, un aumento en la dotación del fondo de becas, ni cambios en las condiciones de renta de los aspirantes a obtener una ayuda.

LA FP DUAL / Otra de las iniciativas que se presentará a los consejeros es el cambio a un sistema de formación profesional (FP) dual, que combina el estudio en las aulas con el trabajo remunerado en las empresas. El modelo, que ya se va a probar el próximo curso en Catalunya, requiere un número muy alto de empresas dispuestas a asumir una parte elevada del coste del aprendizaje.