sentencia sobre el derecho a conocer el origen

La justicia alemana obliga a dar el nombre de un donante de semen

Una joven recurrió a los tribunales para identificar a su padre biológico

Muestra de semen donado tratada en un laboratorio.

Muestra de semen donado tratada en un laboratorio.

J. M. FRAU
BERLÍN

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«El derecho al conocimiento del propio origen es un derecho fundamental». Con este argumento, un tribunal de la localidad alemana de Hamm

(oeste) reconoció ayer a Sarah P., de 21 años, el derecho a saber quién es su padre biológico. Fue su madre la que le dijo hace cuatro años que su padre biológico no era quien hasta entonces ella pensaba y que tuvo que recurrir a un banco de semen para quedarse embarazada. A partir de entonces, la joven emprendió un largo camino que concluyó ayer.

Una primera decisión judicial le había negado el derecho a conocer a su padre, argumentando que el anonimato del donante de esperma debía prevalecer. Sin embargo, la sentencia emitida por el juez Thomas Vogt considera que «el derecho al libre desarrollo de la personalidad», que establece la Constitución, está por encima del derecho del donante de esperma al anonimato.

El abogado de la joven valoró la sentencia como un precedente que abre una vía para otras personas en situación similar a la de su cliente. En Alemania, donde hay una docena de bancos de semen, se estima que unas 100.000 personas han sido concebidas gracias a la donación de esperma desde la década de los 70.

LA BÚSQUEDA / La sentencia no garantiza que Sarah P. vaya a conocer a su verdadero padre. De hecho, uno de los médicos afectados, responsable del banco de semen que se negó a facilitar los datos del donante, la calificó de «puramente teórica» y advirtió de que sería muy difícil encontrar al padre biológico de la demandante, ya que los documentos relativos a los donantes se suelen archivar un máximo de 10 años. No obstante, este argumento fue rechazado por el juez, quien recordó que durante el proceso se había reducido el círculo de posibles donantes a dos, uno de ellos con el mismo grupo sanguíneo que Sarah.

La joven fue interrogada durante el proceso sobre los motivos por los que quería saber quién es su padre biológico. Ella argumentó que quiere saber si puede tener alguna enfermedad hereditaria y que le gustaría conocer quién es el responsable de la mitad de su existencia.