PRESIÓN INTERNACIONAL CONTRA UNA PENA POR ESPIONAJE

Irán revisará la condena a 10 años de un físico que trabajó en BCN

Foto del físico Kokabee (izquierda) con otros presos iraníes, delante de la ONU.

Foto del físico Kokabee (izquierda) con otros presos iraníes, delante de la ONU.

MICHELE CATANZARO / HEIDELBERG

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El Tribunal Supremo de Irán anunció el pasado 12 de octubre que debe repetirse el juicio por el que se condenó a 10 años de prisión a Omid Kokabee. Este doctorando en Física, que trabajó en el Institut de Ciències Fotòniques (ICFO), en Castelldefels, lleva tres años y ocho meses encarcelado en Teherán cumpliendo una condena por espionaje.

La decisión, que responde a una petición cursada por el abogado de Kokabee hace tres meses, se produjo dos semanas después de la publicación de una carta abierta firmada por 28 ganadores del premio Nobel en Física. En la misiva, los científicos calificaban de "espurias" las acusaciones y solicitaban la liberación de Kokabee. En esos mismos días, el presidente de Irán, Hasán Rouhaní, se reunió con un grupo de científicos iraníes afincados en Estados Unidos, en el marco de su visita a Naciones Unidas. En esa reunión, una científica planteó al presidente sus dudas sobre la condena de Kokabee.

El doctorando, de 32 años, trabajó entre el 2007 y el 2010 en el ICFO, un centro afiliado a la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). En otoño del 2010, se mudó a la universidad estadounidense de Tejas, en Austin, donde pensaba acabar su doctorado. Sin embargo, tras una visita a su país, el 30 de enero del 2011, fue detenido en el aeropuerto de Teherán por los servicios secretos iraníes. Tras 15 meses de prisión preventiva, en mayo del 2012 fue condenado a 10 años por espionaje ("enriquecimiento ilegal" y "colaboración con un gobierno hostil").

Pero Kokabee afirmó en una carta abierta, publicada en abril del 2013, que el motivo real de su detención era su rechazo a cooperar con un proyecto militar de investigación nuclear. Su trabajo se centra en láseres de alta potencia, una tecnología cuyo uso para enriquecer combustible nuclear se está investigando. EL PERIÓDICO dio a conocer su caso en España en octubre del 2011.

En diciembre del 2013, Amnistía Internacional (AI) declaró a Kokabee como "preso de conciencia". Según los contactos de la oenegé en Irán, este científico pasó semanas en aislamiento, sufrió violentos interrogatorios y no pudo reunirse con su abogado. Desde que fue detenido y condenado, se han sucedido muestras de apoyo de las principales asociaciones científicas internacionales. Por ejemplo, en septiembre del 2013, la American Physical Society (APS) le galardonó con el premio Andrei Sakharov, dedicado a los científicos defensores de los derechos humanos. Estas acciones de presión y solidaridad contrastan con la casi nula reacción pública de organizaciones científicas e institucionales a escala tanto catalana como del resto del Estado español.

Legítimas conexiones

La última carta, promovida por AI, la APS y la oenegé estadounidense Commitee of Concerned Scientists (CCS), afirma que las actividades de Kokabee son "legítimas conexiones académicas con instituciones externas a Irán". Las tres organizaciones, además, piden al ayatolá Ali Jamenei"que manifieste su compasión y le permita volver a sus estudios". "Omid tiene la edad en la cual los científicos hacen sus mejores descubrimientos, y se está pudriendo en la cárcel: es una enorme injusticia", afirma Eugene Chudnovsky, físico y portavoz del CCS.

El debate sobre Kokabee que se produjo en Nueva York transcendió en un artículo publicado a principios de octubre por el diario Shargh Daily, lo que fue la primera mención explícita de su caso en la prensa iraní. En agosto, la abogada iraní y ganadora del premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi también escribió una carta en apoyo a Kokabee.

"La decisión tomada por el Tribunal Supremo de Irán confirma que hubo graves errores en el veredicto inicial", afirma el abogado de Kokabee, Saeed Khalili. "Ahora, el caso se debe juzgar desde cero en un tribunal de primer grado distinto al que le juzgó anteriormente", explica.

El letrado Khalili espera que el juicio se produzca dentro de dos o tres meses y es bastante optimista. "No creo que la carta influenció directamente en la decisión, pero no cabe duda que apoyos de ese nivel no son ignorados. Incluí las manifestaciones de apoyo anteriores en mi moción", explica.

En mayo del año pasado, Kokabee sufrió con otros presos una violenta actuación de cinco horas de los servicios secretos iraníes en la prisión de Evin en Teherán ( conocida como la universidad de Evin, por la cantidad de académicos presos en ella). En septiembre, el CCS alertó de que el científico encarcelado tiene problemas cardiovasculares, dentales y piedras en los riñones, pero se le niega la asistencia médica necesaria.

No obstante, en marzo el doctorando consiguió hacer publicó en internet el borrador de un artículo científico escrito desde el interior de la cárcel. En el último año, ha presentado diversas propuestas de charlas a congresos científicos, aunque siempre se le ha denegado el permiso de acudir a ellos.