La Iglesia mallorquina expulsa a un sacerdote por pederastia

El Tribunal Eclesiástico de Mallorca ha expulsado de la Iglesia al sacerdote Pere Barceló Rigo, inmerso en un proceso judicial por tres casos de pedrastia.

Sin esperar sentencia de los tribunales de Justicia ordinarios, el tribunal de la Iglesia le sometió a un proceso penal al sacerdote y lo ha declarado “culpable de la comisión de delitos contra el sexto mandamiento del Decálogo con menores”, según el comunicado colgado ayer en la web del Obispado de Mallorca, se califican de “gravísimos los delitos cometidos” y “se le impone la pena máxima de expulsión del estado clerical, prohibiendo totalmente el ejercicio de su ministerio sacerdotal”.

Los actos del proceso serán remitidos a Roma para la ratificación de la sentencia emitida en primera instancia y contra la que cabe recurso ante el Supremo Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Se trata del primer caso en España donde la Iglesia se adelanta y expulsa de su seno a un sacerdote sin esperar la sentencia firme de la Justicia.

Apartado desde el 2011

Pedro Barceló Rigo ya había sido apartado en enero de 2011 como párroco de Can Picafort (Mallorca), en cuya sacristía se produjeron los hechos ahora condenados Uno de los casos es el de una joven de 24 años que aseguró haber sido violada en repetidas ocasiones cuando era una niña de 10 años. Entonces no lo denunció porque sentía “vengüenza y miedo”. Lo denunció su catequista en 1998 y entonces la Iglesia miró para otro lado.

La organización RANA, que actúa contra los abusos a menores, reactivó la causa. La nueva línea de actuación de `tolerancia cero¿ impuesta por el ex Papa Ratzinger obliga a la Iglesia a investigar los casos denunciados, de acuerdo con el Derecho Canónico, y en paralelo a las actuaciones judiciales que puedan derivarse. Bajo el mandato de su sucesor, Francisco I, Roma deberá ratificar la condena llegada desde Mallorca.