CRISIS SANITARIA INTERNACIONAL

El hospital de referencia contra el ébola será militar

El Gobierno destina 7,4 millones de euros a adaptar el Gómez Ulla de Madrid

Sanitarios con trajes protectores en una habitación del Carlos III.

Sanitarios con trajes protectores en una habitación del Carlos III.

MANUEL VILASERÓ
MADRID

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el Gobierno convertirá el hospital militar Gómez Ulla de Madrid  en el centro de referencia de ámbito estatal contra las enfermedades infecciosas que se ha echado de menos en la crisis del ébola. El primer paso lo dio el Consejo de Ministros de ayer al asignar al Ministerio de Defensa un crédito extraordinario de 7,4 millones de euros para las obras de adaptación, dentro de un real decreto que destina un total de 21 millones a distintos frentes de la lucha contra el virus. Por más que se aceleren las obras, sin embargo, no es factible que esté listo para los siguientes casos de ébola que todos los expertos prevén que llegarán a España mientras en África continúe la epidemia.

La decisión se ha madurado en el seno del comité científico de seguimiento del ébola ante las carencias mostradas por el Carlos III, que ya se encontraba en fase de reconversión a hospital de larga y media estancia tras ser absorbido por La Paz. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que se puso al frente de la crisis apartando a la ministra de Sanidad, Ana Mato, es quien ha tomado la decisión y quien la hizo pública ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Ni la vicepresidenta ni la nota posterior precisan de quién dependerá el hospital pero todo parece indicar que seguirá en manos de Defensa. La propia Comunidad de Madrid había manifestado su voluntad de traspasar al Gobierno la gestión de este tipo de centros ya que era un coste que consideraba que no le correspondía.

TRASLADO EN FALSO / Cuando el personal sanitario protestó porque se estaba desmantelando el Carlos III, la respuesta de la Comunidad de Madrid fue asegurar que los mismos servicios se iban a trasladar al Gómez Ulla, pero con la decisión de ayer quedó claro que ni se había hecho ninguna de las obras precisas ni se había habilitado presupuesto para ellas.

Mientras no entre en servicio el hospital militar, el Carlos III seguirá prestando su función. Con esta finalidad se han mejorado las habitaciones de aislamiento, ampliando las esclusas donde se cambian los sanitarios los trajes de protección que solo tenían un metro cuadrado.