El Govern sostiene que la crisis no ha hecho crecer la pobreza

El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, afirmó ayer que la pobreza que hay en Catalunya es la misma que  había antes de la crisis y que al menos «gran parte» de esa pobreza es «estructural», ya que, dijo, no desaparece en los tiempos de bonanza. Es una tesis que defendió tiempo atrás el president, Artur Mas, y que según los expertos no se sostiene.

Homs hizo esas afirmaciones en la rueda de prensa en la que dio cuenta de la reunión del Consell Executiu, cuando le preguntaron por el pleno monográfico sobre pobreza infantil que ha forzado la oposición, y que todavía no cuenta con una fecha prevista. El portavoz, que dijo que alrededor de todo esto existe «una confusión notable», fue rotundo pero no escapó a ella: «Llama la atención constatar que en el 2006 había un 19,1% de pobres en nuestro país y que en el 2011 hay un 19,1% de pobres». Los datos son del INE. El problema es que la comparación es «relativamente falsa», subraya el profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza Pau Marí-Klose, que se explica de forma diáfana: el umbral de la pobreza se calcula cada año en función de los ingresos que tiene un país. En el 2006, los ingresos de España estaban en un nivel superior al del 2011. Por eso el umbral estaba por encima. Cuando empieza la crisis y baja progresivamente el ingreso estatal, el umbral de la pobreza también va bajando. Por lo que, entre comillas, hay que tener menos para seguir estando por debajo de él. Eso explica también que en fases de crecimiento se eleve el porcentaje de personas bajo el umbral de la pobreza: no han empeorado, pero el umbral sube y los deja por debajo.

En todo caso, no tiene sentido comparar ambos porcentajes: si se empleara el umbral del 2006 para calcular cuántas personas quedan por debajo en el 2011, saldría un porcentaje de pobres más elevado. Otro fenómeno que hay que tener en cuenta, explica Marí-Klose, es que los pobres son cada vez más pobres: que cada vez hay más pobreza extrema, cada vez más pobres moderados pasan a ser pobres extremos, lo que supone un cambio muy drástico.

Según datos del INE citados en un estudio del profesor de la UPC Sebastià Sarasa, L'impacte social de la crisi a l'àrea metropolitana de Barcelona i a Catalunya, la pobreza global en Catalunya en el 2011 era del 22%: el 14,3% de pobreza moderada y el 7,7% de pobreza extrema. En el 2006 había, según la misma fuente, un 15,5% de pobreza moderada, y un 3,5% de extrema (la mitad que cinco años después).

30% DE POBREZA INFANTIL / Según Marí-Klose, el caso de la pobreza infantil en Catalunya es especialmente preocupante: «Ha crecido entre el 70% y el 80%». En el 2008 la pobreza moderada en menores de 16 años en Catalunya era del 17,6%; en el 2009, 23,4%; en el 2010, 23,7%; en el 2011, el 26,4%. El profesor afirma que no hay datos oficiales actuales, pero añadió que la pobreza de los menores de 16 años ronda ya el 30%.

Un último apunte de Marí-Klose: «La pobreza estructural no existe como concepto académico». En todo caso, «crónica», pero nunca inevitable: «Con política social se elimina la pobreza». Y si existiera, dice Jaume Clupés, presidente de Fedaia (que agrupa a las entidades catalanas dedicadas a la infancia), la pobreza estructural en Europa está en porcentajes muy inferiores a ese 19%: admitirlo como algo inevitable sería «admitir una derrota».

Por la tarde, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, expuso una tesis similar a la de Homs pero más ambiciosa: afirmó que la desigualdad social y la pobreza infantil han bajado a niveles inferiores a los previos a la crisis gracias a las medidas que ha tomado el Gobierno de Mariano Rajoy.