Nueva tragedia

La fallecida saltó por el balcón mientras subían a desahuciarla

AITOR UBARRETXENA
BARAKALDO

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Amaia Egaña, de 53 años, falleció ayer por la mañana tras lanzarse por la ventana de su piso mientras la comisión judicial que iba a proceder a desalojarla subía a su vivienda. Esta nueva víctima de la epidemia social de los desalojos hipotecarios había contactado la víspera con la asociación Stop Desahucios, aunque no transmitió su desesperación ni la inmediatez de la expulsión a la que estaba condenada junto a toda su familia.

Egaña había sido concejal socialista de Eibar (Guipúzcoa), su localidad natal, entre 1983 y 1986 y era hija de un histórico dirigente de esta formación, Ramón Egaña. Su marido, José Manuel Asensio, también había ejercido como edil del PSE en Barakaldo de 1991 al 2003. Ambos vivían en esta localidad vizcaína con su hijo de 21 años. La entidad bancaria tenía el piso en venta en internet desde hace un año.

Al parecer, la mujer, que se encontraba sola, abrió el portal a través del portero automático a la comisión judicial que acudía a su domicilio y dejó abierta la puerta de la vivienda. A continuación, se encaramó a una silla y se lanzó al vacío desde un cuarto piso. Los facultativos que acudieron al lugar únicamente pudieron certificar su fallecimiento. Las muestras de indignación fueron instantáneas e incluso el juez decano de Barakaldo, Juan Carlos Mediavilla, que fue el encargado del levantamiento del cadáver, exigió una modificación inmediata de la legislación vigente.

Egaña estaba empleada en Recursos Humanos de TCSA, concesionaria de la compañía de autobús Bizkaibus. Su marido tuvo conocimiento de la muerte en su puesto de trabajo, y tuvo que ser atendido por psicólogos cuando se desplazó hasta la vivienda.

El alcalde de Barakaldo, el socialista Tontxu Rodríguez, acudió al lugar acompañado de varios ediles. Visiblemente afectado, declinó realizar declaraciones.

Este es el primer suicidio que trasciende en Euskadi relacionado con los desahucios, y se produjo apenas dos semanas después de que un hombre se quitara la vida en Granada por idéntico motivo y otro lo intentara en Burjassot.

La coordinadora de Stop Desahucios, Marta Uriarte, confirmó entre lágrimas que la víspera un compañero suyo había atendido una llamada de una mujer que dijo llamarse Amaia y que coincidía con el perfil de la fallecida. Desplazada a Barakaldo, Uriarte explicó que si hubieran sabido que el desahucio iba a producirse horas después, no habrían dudado en concentrarse en apoyo de la familia para impedir la actuación judicial. «La traté de animar y le dije que la vida no se acaba en este trance», explicó que le dijo a Egaña el miembro del colectivo que atendió la llamada. Ante el fatal desenlace, añadió: «Estoy destrozado, me siento culpable».

FONDOS RETIRADOS DE BANKIA / Uriarte, que esta misma semana ha visto cómo un juzgado de Getxo (Vizcaya) suspendía cautelarmente la subasta de su propia vivienda, denunció que lo sucedido con Egaña es «un caso de terrorismo financiero». Sin poder contener el llanto, exigió la paralización inmediata de estas actuaciones y emplazó a los partidos a que «hoy mismo» se sienten a buscar soluciones a «esta tragedia».

Por otra parte Bankia paralizó ayer tres desahucios en Santa Cruz de Tenerife, después de que el día anterior el ayuntamiento retirara todo su saldo en cuentas del banco, 1,5 millones de euros. El alcalde, José Manuel Bermúdez, retiró el dinero porque Bankia ignoró su petición de detener el desahucio de una mujer en huelga de hambre y sus hijas.

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