ALUMNOS DE ACCIÓN

Socorristas de refugiados

Voluntarios para atender refugiados turcos en la isla de Lesbos

Voluntarios para atender refugiados turcos en la isla de Lesbos / periodico

SÍLVIA BERBÍS / L'HOSPITALET DE L'INFANT

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Hay imágenes que colman el vaso de lo que uno puede soportar antes de convertir la indignación en acción. La fotografía del pequeño Aylan Kurdi yaciendo sin vida en la playa de la isla griega de Kos es una de ellas. Esta, y la de cientos de náufragos a principios de febrero en el canal de Sicilia intentando alcanzar las costas europeas, fueron excesivas para un grupo de estudiantes del grado superior de Salvamento y Socorrismo del instituto Jaume I de Salou. Alguien especialmente preparado para actuar en rescates acuáticos no es capaz de mirar a otro lado. Y alguno de ellos estalló en clase: "Tenemos que ir". Sin más, sin criticar la incapacidad de los gobiernos para resolver el gran drama humanitario que llora en el Mediterráneo, van a ir. El próximo 26 de abril, diez de los alumnos marchan a Lesbos porque nada tiene ahora más sentido para ellos que ofrecer su capacitación a los refugiados que huyen de la guerra de Siria y otros conflictos próximos.

"Pensamos que como socorristas y como personas tenemos que hacer algo", explica Marta Queralt, una de las componentes de la expedición From Reus to Hellas (el nombre antiguo de Grecia), que cuenta con el apoyo de la Jove Cambra de Reus, una organización integrada por jóvenes emprendedores. "El ser humano tiene una memoria selectiva, olvidamos lo que no queremos recordar, olvidamos que nuestros abuelos marcharon exiliados y muchos morían en su huida. No es posible que ahora esté pasando lo mismo y nos quedemos impasibles”, sostiene Jordi Cervera, otro de los expedicionarios.

EN PLENO SIGLO XXI

Todos aluden a la extemporaneidad de la situación que se vive a relativamente pocos kilómetros y en pleno siglo XXI. "¿Cómo es posible que disponiendo de tanta tecnología estemos tan preocupados por el coche que tenemos, por pequeños asuntos escolares, por tantas cosas insignificantes, y no seamos capaces de enviar medios de ayuda ante este drama?", se pregunta retóricamente Jordi.

No entran, sin embargo, a evaluar las decisiones de los gobiernos europeos para atajar esta crisis, aunque advierten de que no comportan solución alguna: "Pueden interceptar embarcaciones y obligarlas a regresar a sus lugares de origen, pero estamos hablando de gente que huye de la guerra, lo volverán a intentar, quizá todos a la vez, no se puede actuar así", lamenta otro de los voluntarios, Ferran Gisbert. "Ellos que hagan su trabajo que nosotros haremos el nuestro", sentencia Marta.

Saben que tampoco para ellos va a ser fácil la misión que se han propuesto. "Preparado nunca estás. Sabemos que será una situación de choque, pero somos un equipo fuerte y si yo caigo, sé que alguno de los compañeros me levantará. Y si cae otro, le levantaremos", afirma la joven socorrista.

APOYO PSICOLÓGICO

Un equipo de dos psicólogos les prepara para que afronten la empresa con fortaleza: "Nos han aconsejado que cuando sintamos que algo en nuestro interior está fuera de lugar, lo expliquemos a los compañeros. Tenemos que sacar lo que sintamos y cada noche hemos pensado hacer una lluvia de sentimientos", explica Jordi.

Combinan la preparación física y psíquica con campañas diversas para conseguir fondos con los que financiar su viaje y estancia de 15 días en Lesbos. Calculan necesitar unos 12.000 euros, y han cubierto ya un 25% de esta cantidad con rifas, la venta de camisetas y pañuelos, actividades deportivas y aportaciones institucionales, de empresas y de particulares. Para este domingo han organizado una caminata en Sant Jaume d’Enveja y el próximo sábado, 12 horas de natación en Reus. Ya no hay quien les pare: "Para nosotros nada es más satisfactorio que poder salvar a alguien", concluyen.