LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTÍCIA EN CATALUNYA

Cae un 30% la reincidencia de menores delincuentes internados en centros de justicia

El seguimiento de los chicos al salir de un encierro es un elemento clave para reducir la comisión de nuevos delitos

El centro de menores de Can Llupià

El centro de menores de Can Llupià / periodico

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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La reincidencia de los menores internados en centros de justicia juvenil ha caído un 30% desde el 2002, según una investigación elaborada por el Centre d’Estudis Jurídics de la Generalitat que ha sido presentada este jueves por el 'conseller' de Justícia, Carles Mundó. Los menores de 14 a 18 años que caen en el mundo de la delincuencia e ingresan en uno de estas instalaciones cuenta con un programa de tratamiento individualizado en función de sus necesidades.

En estos centros se pueden quedar hasta los 23 años como máximo, depende de si ingresan poco antes de la mayoría de edad y de la duración de la condena. "Esta disminución es una cifra inmportante que nos hace creer que estamos en la buena dirección en cuanto a las políticas que se aplican para trabajar esta cuestión", ha asegurado Mundó. "No queremos que los jóvenes que llegan a los centros educativos pierdan la vida que tienen por delante. Que no acaben en una prisión. Que tengan una segunda oportunidad", ha insistido. La inversión del 2017 para esta labor asciende a 30 millones de euros.

ESTUDIOS Y FORMACIÓN

En este plan se incluye estudios de educación secundaria, formación para aprender oficios y una intervención específica adaptada a cada uno de sus perfiles. Por ejemplo, desarrollo de habilidades y competencias sociales, educación sexual, deporte o tratamiento contra el consumo de drogas y para reconducir los impulsos violentos.

Según la investigación, actualmente vuelven a delinquir cinco de cada 10 jóvenes internados en centros educativos, mientras que la tasa de reincidencia anterior era de 6 de cada 10. Se trata, además, de una cifra inferior a la del resto del Estado, donde los muchachos que vuelven a caer en el delito llega a 7 de cada 10.

El estudio detalla que el seguimiento de los jóvenes que salen de un internamiento ha sido clave para reducir la comisión de nuevos delitos. En este sentido, la investigación recuerda que el 70% de las reincidencias se producen durante el primer año posterior a la entrada en uno de esos centros. Es por eso que señala la libertad vigilada como un elemento importante para asegurar el éxito de la reinserción de los menores. También es esencial la labor que se realiza en estos recintos y, en especial, la formativa. El objetivo es proporcionarles un oficio o unos estudios para intentar alejarlos del mundo de la delincuencia.

MÁS LIBERTAD VIGILADA Y OTRAS MEDIDAS

El internamiento en un centro educativo de la Conselleria de Justícia es una medida reservada como último recurso. La tendencia es imponer condenas menos contundentes. Los jueces, por ejemplo, solo aplican el internamiento en uno de cada 10 delitos cometidos por un menor. En el resto, el proceso de reinserción se hace a través de la libertad vigilada, la prestación de trabajos en beneficio de la comunidad y labores socieducativas. En este ámbito, la reincidencia también se ha reducido en un 30%.

El retrato del menor que ingresa en estas instalaciones es de un chico de 17 años, que consume drogas, que cumple una sentencia de un año de internamiento, con un bajo rendimiento escolar, sin empatía y con mucha impulsividad. Los menores ingresan en estos centros educativos porque acumulan un gran número de antecedentes o porque han cometido delitos graves.

La mayor parte de los internamientos están relacionados con robos con violencia e intimidación (40%), lesiones (11%), violencia familiar (8%), delitos contra la libertad sexual (desde abusos hasta violación), que representa un 5%, hurtos (4%) o homicidios y asesinatos (3%). La Generalitat dispone actualmente de siete centros educativos