Estudiantes y rectores, contra los grados de 3 años de Wert

La propuesta puesta sobre la mesa este verano por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, de reducir a tres años la duración de algunos de los actuales grados universitarios -la mayoría de cuatro años- ha topado con el rechazo frontal de los alumnos, que esta semana han ratificado, en un encuentro de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (Creup), celebrado en Santander, su más contundente oposición a las intenciones expresadas por el ministro. También los rectores han hecho pública su repulsa al anteproyecto de decreto impulsado en este sentido por Wert a finales del pasado julio, que sí cuenta, en cambio, con el beneplácito de la Generalitat.

Responsables y estudiantes universitarios coinciden en que no es este el mejor momento para abordar un cambio de estas características. Fundamentalmente, dicen ambos colectivos, porque ni siquiera se ha completado aún el despliegue del plan Bolonia en España, con lo que es imposible saber cómo ha funcionado este modelo, en vigor desde el curso 2009-2010. Por eso, la organización considera que el desarrollo de los grados de tres años (o de 180 créditos) «no puede hacerse, de ninguna manera, antes del curso 2018-2019».

«No ha habido el tiempo suficiente para evaluar con garantías la implantación de los grados y, por lo tanto, sacar conclusiones que se traduzcan en mejoras del sistema», objeta la Creup, en un informe debatido en el encuentro cántabro. Aunque el documento incluye aportaciones del Consell de l'Estudiantat de les Universitats Catalanes (Ceucat), esta organización todavía no ha adoptado una posición al respecto, advirtió ayer su presidenta Gemma Espigares, que este lunes se reúne con el secretario de Universitats, Antoni Castellà, para tratar el tema.

«El sistema de grado de tres años que propone Educación -prosiguen los estudiantes-, y la consiguiente pérdida de 60 créditos formativos, supondría una formación más generalista y podría conllevar la pérdida de optativas y prácticas», protestan. La única manera de reparar esa pérdida, agregan, pasaría por aumentar el número de créditos que se realizan actualmente por curso, «algo absolutamente inasumible por el colectivo estudiantil», señalan.