Enterrado contra la MAT

La MAT sigue su curso pero ayer encontró un importante contratiempo en Fellines -un núcleo del municipio de Viladasens (Gironès)-, el punto de todo el trazado donde la línea de muy alta tensión que está construyendo Red Eléctrica de España (REE) pasa más cerca de las casas. Un activista anti-MAT consiguió detener las obras de instalación de una de las torres que aguantarán la línea (la 66) durante más de 10 horas atrincherándose dentro de un Volkswagen Golf enterrado un metro bajo tierra en el lugar de los trabajos. Accedió al vehículo por un túnel de 12 metros cuya boca estaba escondida debajo de una caravana. Para complicar aún más el rescate ancló su brazo derecho en un bidón con cemento situado debajo del automóvil, cosa que obligó a los bomberos a trabajar durante casi dos horas más en su liberación. A lo largo del día fueron movilizados más de un centenar de antidisturbios, que montaron un cordón entre los trabajadores de emergencias y medio centenar de activistas, que no dejaron de increparles y de gritar consignas contra los cuerpos de seguridad, la Generalitat, la MAT y REE.

Los operarios de la subcontrata que trabaja para REE ya llegaron acompañados de cinco furgonetas de mossos antidisturbios porque sabían que habría jaleo, pero uno de los encargados confesó que nunca habían imaginado lo que sucedió.

LA ALERTA / Cuando la excavadora iba a pisar el terreno, un grupo de personas que viven en Can Planellas -la masía que tendrá el dudoso honor de tener una torre de la MAT a tan solo 34 metros- alertaron a gritos a los operarios de que había una persona enterrada debajo de la caravana que estaba situada prácticamente en medio de la base de la torre y pidieron la presencia de los bomberos.

El subjefe de los bomberos, David Quintana, tomó el mando de las operaciones y estableció contacto con el hombre sepultado: Víctor Manuel Cánovas, un activista murciano al que sus compañeros definieron como «alguien que sabe lo que se hace» y que ya había grabado y colgado en Youtube un vídeo con pormenores de la acción.

NADA ILEGAL / Tras casi una hora de conversaciones, Quintana obtuvo su permiso para meterse en el agujero y tomar plena conciencia de la situación. Cánovas y sus compañeros habían enterrado un coche al que se accedía por un túnel de 12 metros hecho con bidones. También habían enterrado debajo del coche un bidón repleto de cemento armado que contenía un cilindro equipado con un sistema de cierre que impedía sacar la mano una vez metida. Para aguantar unas cuantas horas, Cánovas disponía de colchones, seis botellas de agua y un walkie-talkie con el que se comunicaba con sus compañeros en el exterior. Incluso tenía un recipiente para orinar.

Poco después de la una y media, una grúa quitó la caravana y tras casi dos horas intentando sacarle por el túnel, se optó por desenterrar el coche, cosa que se hizo con ayuda de una retroexcavadora que fue recibida con una lluvia de canicas. Poco después de las cinco, se pudo abrir la puerta del automóvil y se vio por fin a Cánovas. Casi a las ocho y tras más de dos horas aplicando el martillo mecánico y las radiales, los bomberos consiguieron sacarle. Fue jaleado al grito de «resistencia» por sus compañeros y él, desde la camilla, les respondió levantando el brazo. No fue detenido porque, según los Mossos, no había hecho nada ilegal.

COMPROMISO ROTO / El portavoz del colectivo anti-MAT en Fellines, Sergi Saus, explicó que con esta acción aspiraban a «detener la MAT» o, en todo caso, denunciar los inclumplimientos de la Generalitat con la zona. Y recordó que la Administración se comprometió a que ninguna torre estaría a menos de 100 metros de una casa particular y a menos de 500 de un núcleo habitado. También acusó a REE por utilitzar «técnicas de coacción» con los vecinos.