BANDAS JUVENILES

Cuatro "Ñetas" afrontan 33 años por agredir a dos rivales de los "Bloods"

Como secuelas, la víctima sufre una pérdida auditiva, por lo que la Fiscalía exige que los procesados le indemnicen con 40.000 euros y con otros 6.000 al primer pandillero atacado

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La Fiscalía pide penas de 33 años de cárcel para cuatro presuntos miembros de la banda juvenil "Ñetas", acusados de intentar matar a dos integrantes de la pandilla rival de los "Bloods" en una "caída" que organizaron como venganza por una agresión previa.

La sección novena de la Audiencia de Barcelona ha iniciado hoy el juicio contra los cuatro presuntos miembros agresores, que según la Fiscalía atacaron a sus rivales en un parque de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) a puñetazos y botellazos y golpeándoles con cinturones y bates de béisbol. Dos de los acusados, Rafael Hisashi I. e Iván Patricio H., han admitido que pertenecieron a los "Ñetas", pero mantienen que en la época de los hechos, en marzo de 2012, ya se habían desvinculado de la organización, por lo que aseguran no tuvieron ninguna participación en la "caída" contra los "Bloods". Por su parte, Freddy Roland M. ha negado cualquier relación con los Ñetas y con la agresión, mientras que Jonathan R., el único de los acusados de nacionalidad española, admite que dio una bofetada a una de las víctimas porque amagó con agredirle, pero insiste en que esa fue su única participación en la "caída" y que si acudió a la reyerta fue solo por "curiosidad".

Según mantiene el fiscal, el procesado Rafael Hitashi I., dirigente de un "capítulo" de los "Ñetas" junto a un menor de edad que también lideraba la banda, convocaron una reunión en el parque dels Ànecs de Esplugues de Llobregat (Barcelona) para organizar una "caída" contra los "Bloods". A la reunión, añade el ministerio público, los acusados -junto a otros menores de edad- acudieron con bates de béisbol, botellas de cristal, piedras y palos y los líderes de la banda asignaron a cada uno de ellos cómo tenían que proceder durante el ataque a los "Bloods". Posteriormente, el grupo de "Ñetas" se dirigió al parque situado junto a la plaza Mare de Déu del Pilar de L'Hospitalet de Llobregat, con el rostro cubierto con pañuelos que dificultaban su identificación, y tras reconocer a dos miembros de los "Bloods" decidieron acabar con sus vidas, añade la Fiscalía.

El procesado Jonathan R. se dirigió a una de las víctimas y le propinó una bofetada, tras lo que el resto de procesados se abalanzaron sobre él y le empezaron a golpear en el hombro, costillas y estómagos, aunque el "Blood" logró saltar una valla de dos metros de altura y huir del grupo atacante, mantiene el escrito de acusación de Fiscalía. Los acusados se abalanzaron entonces, según el ministerio público, sobre el otro miembro de los "Bloods", de 17 años, e "iniciaron una agresión colectiva dirigida a acabar con su vida, en el transcurso de la cual le propinaron golpes con cinturones, puñetazos y botellazos en la cabeza (...)". Además, los menores de edad se apoderaron supuestamente del teléfono móvil de la víctima, aprovechando que se encontraba malherido por la brutal agresión. A consecuencia de los hechos, el segundo de los "Bloods" atacados sufrió un traumatismo craneoencefálico que derivó en una meningitis bacteriana, edema cerebral y neumonía, lo que requirió su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Como secuelas, la víctima sufre una pérdida auditiva, por lo que la Fiscalía exige que los procesados le indemnicen con 40.000 euros y con otros 6.000 al primer pandillero atacado. En su declaración en el juicio, que prosigue mañana, Rafael Hisashi I. ha reconocido que los "Ñetas" mantenían una "guerra" contra los "Blood" porque se disputaban el control de determinados territorios y que las peleas eran habituales entre ambas pandillas.