CHOQUE POR LA NORMATIVA MUNICIPAL

Conflicto en Mollet entre musulmanes y el ayuntamiento por una mezquita

Miembros de la comunidad musulmana de Al Huda rezan ante el Ayuntamiento de Mollet, ayer por la tarde.

Miembros de la comunidad musulmana de Al Huda rezan ante el Ayuntamiento de Mollet, ayer por la tarde.

TONI SUST
BARCELONA

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El lugar de rezo de las comunidades musulmanas ha sido motivo de conflicto en no pocos municipios. El  último tiene lugar en Mollet del Vallès, donde un cambio de local de  una de las dos comunidades musulmanas del pueblo ha generado en un choque con el ayuntamiento. Según la versión municipal, los musulmanes tenían la mezquita en un local de la calle de Sant Ramon, en el que llevaban 17 años. El recinto se le hizo pequeño a la comunidad Al Huda, que hace un tiempo empezó a buscar una alternativa. La encontró muy cerca, a unos 100 metros, en la avenida de Badalona. Pero las normas del consistorio impiden instalar allí un centro de culto, en función de un cambio del Plan de Ordenación Municipal del 2004, que no afectó a la mezquita ya en funcionamiento por no ser retroactivo.

Pese a ello, la comunidad se hizo con el local y según varios vecinos empezó obras ilegales, lo que llevó a que el ayuntamiento lo precintara el pasado 10 de julio. Hace tan solo una semana, entre 40 y 50 miembros de la comunidad rompieron el precinto y entraron en el local, donde ayer seguían dos de ellos, después de que durante la semana el resto fuera saliendo y no se le permitiera volver a entrar: la policía local vigila entradas y salidas.

PROTESTA / Así las cosas, los musulmanes de Al Huda rezan delante de la sede consistorial, en la plaza de la Vila, para expresar su protesta, como ayer. Su portavoz, Ahmed Balghouch, afirma que no es comprensible que un local pueda servir de mezquita y otro que está a 100 metros, no, y amenaza con denunciar al ayuntamiento. Según su versión, este ha invitado a Al Huda a instalarse en un polígono industrial, como hizo la otra comunidad musulmana. «Pero solo nos lo dicen verbalmente, no lo quieren poner por escrito, porque saben que es ilegal instalar la mezquita en el polígono». El alcalde, Josep Monràs, lo niega: «Se lo hemos ofrecido públicamente».

Balghouch explicó que una de las dos personas que están en el local, del que el ayuntamiento ha pedido un desalojo judicial, está en huelga de hambre, y anunció que el lunes su comunidad acudirá a la vía judicial: presentará una denuncia contra el municipio.

Entretanto, el conflicto toma el relevo de los que se han vivido en los últimos meses, como el que hace un año generó un enfrentamiento en Badalona, donde se invitó a los musulmanes a buscar una mezquita en otro municipio.