EUROPA Y LA VENTA AMBULANTE

Un fenómeno mediterráneo

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BEGOÑA ARCE / EVA CANTÓN / CARLES PLANAS / ROSSEND DOMÈNECH

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El fenómeno del 'top manta' no es exclusivo de Barcelona. Las grandes ciudades europeas, en su condición de polos turísticos, también experimentan esta actividad ilícita. Solo Roma, sin embargo, puede compararse con los niveles alcanzados en la capital catalana. En Berlín, Londres o París los ayuntamientos hacen frente a otro tipo de problemas, pero la venta ambulante, gracias a una estricta legislación, parece que la tienen controlada. 

ITALIA: UN NEGOCIO DE ALTOS VUELOS

De los Alpes al canal de Sicilia el 'top manta' está presente en todas las ciudades italianas, principalmente en las turísticas. Italia ocupa el segundo lugar mundial en lo que respecta a la venta de marcas falsas y productos ilegales. El 25% de los italianos admiten que alguna vez los ha comprado y cada verano centenares los alcaldes de ciudades costeras prohíben la venta ambulante en las playas, informa Rossend Domènech. 

El 'top manta' es ilegal desde el 2009 y la policía de Hacienda y Aduanas, que en Italia es militar, castiga tanto al vendedor como al comprador con multas que van de los 100 a los 7.000 euros. El sector más afectado es el de los bolsos de señora. Tal es la magnitud de la tragedia, que Louis Vuiton retrasó muchos años la apertura de una tienda en Italia, hasta que se prohibieron las imitaciones. Le siguen los juguetes y después los discos y películas, que tienen su patria de la falsificación en Nápoles, desde donde se distribuyen, a veces, a bordo de ambulancias. A Nápoles llegan también la mayoría de los productos ilegales procedentes de China destinados a todo el territorio europeo.

El 'top manta' es solo la punta del iceberg. El sector alimentario del falso 'made in Italy' (parmesano, mozzarella, etc...), alcanza los 60.000 millones de euros, importe idéntico al de la producción legal. 

ALEMANIA: MÁS DROGAS QUE BOLSOS

En Berlín, los manteros son un fenómeno de poco peso. La dura legislación alemana tiene parte de mérito. La ley contra la piratería permite a las compañías musicales y cinematográficas rastrear y denunciar a los usuarios que descarguen ilegalmente productos culturales. Las severas sanciones, que pueden superar los 3.000 euros, hacen que en la capital alemana sea difícil ver la venta ambulante de falsificaciones como existe en Barcelona, informa Carles Planas Bou

Donde la policía berlinesa tiene un mayor problema es en la venta ilegal de drogas. Las autoridades llevan años combatiendo el crimen organizado que opera en el mercado negro alemán. Aun así también han reiterado la dificultad de frenar a organizaciones millonarias que operan y trafican desde países de Europa del Este. En el 2012, por ejemplo, se presentaron más de 1.500 cargos criminales por compravenda de cigarrillos ilegales. En Berlín se hace particularmente sencillo encontrar droga en las calles a precio popular.

FRANCIA: DE TODO MENOS MANTAS

En las calles de París hay turistas, policías, vagabundos, inmigrantes, bistrós y terrazas con mesas minúsculas, pero no hay venta ambulante ilegal. Está prohibida y el código penal francés no se anda con bromas. Las multas pueden ir desde los 750 euros hasta los 15.000 que le puede costar a un vendedor ilegal ofrecer sus productos en un lugar no destinado a tal efecto. La policía también puede confiscar la mercancía, informa Eva Cantón.

Para ejercer una actividad comercial en el espacio público hay que obtener un permiso de las autoridades locales, encargadas de verificar que el solicitante se dedica a ello regularmente. Sólo el 1 de mayo ofrece una excepción a la estricta regulación francesa. Siguiendo una vieja tradición, cualquiera puede vender en la calle ramilletes de 'muguet'. Quien lo compra, lo hace en general para regalarlo y desear buena suerte al agasajado. Quien lo vende es casi siempre un inmigrante.

REINO UNIDO: HASTA 1.000 LIBRAS DE MULTA

En las calles de Londres el 'top manta' es un fenómeno prácticamente inexistente y lo mismo ocurre en otras ciudades el país, informa Begoña Arce. La venta callejera es ilegal, está prohibida y está perseguida por las autoridades locales. Quienes la practican corren el riesgo de que ser procesados, ver sus mercancías confiscadas y tener además que pagar una multa. En el londinense barrio de Southwark, por ejemplo, la sanción es de 1.000 libras. Todo eso se agrava si los objetos a la venta son copias ilegales de productos de lujo, un tipo de mercancía mucho menos habitual en el Reino Unido que en otras partes del mundo. En 12 meses sin embargo, en el aeropuerto de Heathrow se requisaron este tipo de mercancías falsificadas por valor de 17 millones de libras. Las autoridades británicas han decidido penar a los traficantes, pero no a los consumidores que compran este tipo de objetos. Muchos de ellos, a falta de manteros se abastecen en páginas web como ebay.