Guía para padres y alumnos

Clase práctica de LOMCE

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Si el empeño de la Generalitat y de la comunidad educativa no lo impiden, los colegios catalanes tendrán que empezar a implantar dentro de nueve meses, con el inicio del curso escolar 2014-2015, la polémica ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) del ministro José Ignacio Wert. Y aunque se ha hablado mucho del ataque al modelo de inmersión lingüística que representa esta reforma y se ha criticado duramente el rol que ha tenido en su confección la Conferencia Episcopal Española -que ha impuesto la religión como materia evaluable-, hay todavía muchos padres (y muchos alumnos) que desconocen cómo, cuándo y en qué les afectará la ley.

De entrada, sepan ustedes que si sus hijos están cursando ahora P5, segundo o cuarto de primaria se convertirán el año que viene en la primera promoción de la ley Wert, la séptima norma educativa aprobada en España desde la instauración de la democracia. Sepan también que si sus hijos tienen entre 15 y 17 años y están atascados en tercero de ESO, o eventualmente en segundo, son firmes candidatos a entrar, también el próximo curso, en la nueva formación profesional (FP) básica, una modalidad que les permitirá obtener un certificado y no engrosar las estadísticas de fracaso escolar.

1 ¿Notarán algún cambio los niños?

En el día a día del aula, los alumnos no tienen por qué notar ningún cambio. Las prácticas docentes seguirán siendo las mismas, aunque es posible que en los primeros meses, mientras los profesores vayan familiarizándose con los nuevos contenidos, haya alguna que otra improvisación en la clase. Quizá quienes lo tengan más complicado para adaptarse a la nueva situación sean las comunidades de aprendizaje, que ahora no están sujetas a un temario estricto como el que prevé la LOMCE.

2 ¿Cómo serán, pues, las asignaturas?

En primaria habrá pocas modificaciones en cuanto al número de materias. Las asignaturas instrumentales pasarán a llamarse troncales y, según el borrador de decreto que el Ministerio de Educación tiene estos días en exposición pública, tendrán que ocupar como mínimo el 50% del horario de clase. Estas troncales serán matemáticas, castellano, lengua extranjera, ciencias sociales y ciencias de la naturaleza (estas dos últimas se imparten ahora juntas en conocimiento del medio), y su contenido (y esta es la principal diferencia) lo fijará íntegramente el Estado. Hay un segundo bloque, el de las llamadas materias específicas, en el que figuran la educación física y la religión (o su alternativa de valores sociales y cívicos) y en el que se tendrá que escoger entre educación artística o una segunda lengua extranjera. Los alumnos cursarán, pues, tres asignaturas de este apartado. Finalmente hay un tercer bloque, el de libre configuración autonómica, donde están el catalán y una materia adicional que fijará la Generalitat.

3 ¿La religión es obligatoria?

No, obligatoria no es, porque está previsto que haya una alternativa. En primaria será la ya citada de valores sociales y cívicos y, en la ESO, valores éticos. A diferencia de lo que pasa ahora, estas materias harán media para la nota de final de curso. En contrapartida desaparece la actual educación para la ciudadanía.

4 ¿Se podrán utilizar los libros actuales?

Muy probablemente, no. Primero, porque hay asignaturas nuevas, y segundo, porque hay materias que cambian de enfoque. Las editoriales están esperando a que se aprueben definitivamente los contenidos para ponerse a elaborar nuevos libros.

5 ¿Qué materias se darán en el instituto?

En la ESO las asignaturas mantendrán la misma estructura de troncales, específicas y de libre configuración, pero en tercero y en cuarto cursos aparecen las asignaturas troncales de opción. Esto es debido a que, en tercero, con 15 años, el alumno elegirá entre estudiar matemáticas orientadas a las enseñanzas aplicadas o matemáticas orientadas a las enseñanzas académicas. Los expertos consideran que a esa edad muchos chicos no tienen aún madurez como para saber qué hacer.

6 ¿Cuándo se separan los alumnos?

Será en cuarto de ESO, un curso al que la ley Wert bautiza como de iniciación, cuando los estudiantes que vayan a hacer enseñanzas aplicadas (FP) serán separados de los que hagan enseñanzas académicas (bachillerato). Los pedagogos temen que esta segregación dé lugar, en la práctica, a grupos de alumnos listos y grupos de alumnos con dificultades, y alertan de que perpetúa la estigmatización de la FP

7 ¿Quiénes irán a la FP básica, entonces?

A los alumnos no superen tercero de ESO se les dirigirá, previa consulta con el estudiante y con sus tutores, hacia la nueva FP básica. No está todavía claro si estos estudios podrán hacerse en el mismo centro o si el alumno tendrá que cambiar. Tampoco se sabe aún qué profesores impartirán esta nueva modalidad de la FP, que entra en vigor el próximo mes de septiembre.

8 ¿Qué son y cuándo se harán las reválidas?

Dos de las cuatro evaluaciones previstas en la ley son en realidad reválidas, es decir, que es necesario aprobarlas para obtener el correspondiente título. Se trata de la de cuarto de ESO, con la que se logrará el graduado escolar, y la de segundo de bachillerato, que otorgará el título de bachiller y promediará para ir a la universidad. En las dos, los alumnos se examinarán de las materias troncales en una prueba que diseñará el Ministerio de Educación, la misma para toda España. El próximo curso, el 2014-2015, se hará ya la primera evaluación solo de control a los alumnos de tercero de primaria, que servirá para detectar problemas de aprendizaje. Habrá otra evaluación externa en sexto, cuyos resultados se harán públicos. Eso seguramente dará lugar a la aparición de clasificaciones de colegios.

9 ¿Cómo se pasará al curso siguiente?

En esto la LOMCE es más restrictiva que su predecesora, la LOE, que en la ESO obliga a repetir curso a los que tengan cuatro asignaturas suspendidas. Con la nueva ley, se repetirá con tres materias pendientes o dos si estas son, a la vez, matemáticas y una de las lenguas oficiales. Eso sí, solo computarán para repetir las asignaturas troncales y las de libre configuración autonómica. En primaria, se valorará si el alumno ha logrado los objetivos del curso.

10 ¿Y cómo quedará el bachillerato?

Las cuatro modalidades actuales de bachillerato quedan reducidas a tres (social y humanístico, científico y artístico). La decisión de unir las dos primeras se adoptó en el trámite parlamentario de la ley Wert y obedece a razones estrictamente económicas. Con todo, no parece que vaya a afectar a los contenidos. Para optar a la educación superior, los bachilleres catalanes tendrán que pasar, además de la reválida, una prueba específica de las universidades catalanas, donde se les examinará de catalán.