CRIMEN EN TÀRREGA

La chica asesinada por su exnovio le rechazó

Concentración de rechazo del asesinato de Alba Martí, ayer en la plaza Major de Tàrrega.

Concentración de rechazo del asesinato de Alba Martí, ayer en la plaza Major de Tàrrega.

EVA VISA
TÀRREGA

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No confundamos amor con posesión. Este era uno de los muchos mensajes que se podían leer ayer en una de las pancartas que se vieron en la concentración de condena, en la plaza mayor de Tàrrega, por el presunto asesinato de Alba Martí, una adolescente de 14 años, por parte de su exnovio, un joven de 18 años, natural de la República Dominicana. La autopsia ha revelado que la víctima tenía varias puñaladas, las más graves en el cuello y el tórax, que le provocaron la muerte en el acto.

Los hechos sucedieron cerca de las ocho de la tarde del lunes cuando el presunto agresor, Michel Hernández, vecino de Tàrrega, acudió hasta el quinto piso del número cinco de la calle de Joan Maragall, donde vivía la que hasta hacía pocas semanas había sido su novia. Estaban solos. Él quería retomar la relación pero ella ya no estaba dispuesta a perdonarle más. En medio de una discusión, él la agredió con un cuchillo.

Tras causarle la muerte, Hernández fue a la vivienda de sus padres y les confesó el crimen. Estos llamaron a los Mossos d'Esquadra, que acudieron a la casa para detenerlo. «Lo siento mucho, yo quería mucho a la niña», sollozaba ayer Severina, la madre de Michel. El detenido se encontraba ayer en las dependencias de la policía autonómica de la capital del Urgell a la espera de declarar hoy ante el juez de Cervera, que ha decretado el secreto de sumario.

El abuelo de Alba, Josep Anton Martí, explicó que la joven pareja empezó su relación hace nueve meses. En este tiempo, el presunto asesino había convivido con Alba, en el domicilio de la madre de esta y con otro hermano más pequeño. El matrimonio estaba separado y el padre no aceptaba la relación de su hija con Michel, algo que la madre sí que veía con buenos ojos.

HERMANASTRO DE UN TRINITARIO / Alba cursaba tercero de ESO en la Unidad de Escolaridad Compartida de Tàrrega, un ente de soporte a niños y jóvenes con riesgo de exclusión social. Una de las profesoras de la niña había alertado a la madre para que tuviera cuidado con esta relación, pero ella hizo caso omiso y le respondió que no se inmiscuyera en el asunto.

Muchos amigos y compañeros de Alba eran incapaces ayer de seguir las clases. Lágrimas y abrazos para buscar comprender algo que les resultaba incomprensible. No se creían que no la volverían a ver. La mayoría se enteró del fatídico hecho a través de las redes sociales y ayer le dieron el último adiós con numerosas pancartas llenas de fotos, mensajes cariñosos, crespones negros y muchos corazones.

«Él era muy celoso, la manipulaba, no la dejaba ir con sus amigos», explicó María, una de las amigas de la víctima. El acusado es hermanastro de un miembro de la banda de los Trinitarios, condenado la semana pasada a 11 años de prisión por intento de homicidio por el ataque a dos hermanos durante la celebración del Fin de Año del 2012.