Capacidades que son oro para todo un futuro

En el paraíso de las capacidades, tanto valor tienen la higiene y la memoria como la elasticidad. Un kilo de asertividad vale tanto como un kilo de paciencia o empatía. La agilidad mental para descifrar operaciones matemáticas, y la agilidad física de unas piernas que corren veloces son capacidades por igual, potenciales de las personas, latentes o evidenciadas sobradamente. Si se la ignora o menosprecia, una capacidad puede que nunca llegue a aflorar, pero si se descubre y se alienta, como la planta que se riega, no solo aflorará, sino que también dará sus frutos.

Esta es la gran lección que han aprendido los niños y niñas que han participado durante el pasado curso en el proyecto Tens Talent del programa CaixaProinfància, de la Obra Social de La Caixa. Tienen entre 5 y 12 años y, a lo largo de tres trimestres, en sus tardes de merienda, deberes y refuerzo escolar y actividades de ocio con compañeros de escuela y de barrio, y al salir de la escuela, han ido conociendo el significado, la importancia y el valor que tienen, para ellos, pero también para el resto de la sociedad, cada uno de los talentos que entre ellos mismos se han ayudado a ir descubriendo.

AUTOESTIMA / La primera ganancia de esta experiencia es la autoestima para cada uno de ellos. «A partir del autodescubrimiento de aquello que verdaderamente le gusta a un niño y qué se le da bien, él mismo puede construir su voz, como si se tratara de una imprenta digital y, en ese proceso, ese ser se conecta con él mismo, con su yo interior. Ese es el sello especial de cada persona, su riqueza y su tesoro», argumenta Anna Fabregat, directora académica del proyecto Tens Talent.

Con la ayuda de libros adaptados a las edades de los participantes, «fuimos introduciendo los diferentes talentos, para los que tuvimos que explicarles en su lenguaje palabras que no conocían, como empatía o asertividad», explica Deme González, una de las educadoras que ha estado al cargo de este aprendizaje en el CiberCaixa de Badalona, uno de los tres centros, junto a la escuela Bernat de Boil, en el barrio del Bon Pastor de Barcelona y la Fundació de l'Esperança, en el barrio Gòtic barcelonés, donde el pasado curso se ha llevado a cabo la experiencia piloto del proyecto Tens Talent.

«Utilizamos cinco libros, en cuyas páginas los personajes protagonistas representan una serie de talentos que agrupamos en cinco categorías: los mentales regidos desde la parte izquierda del cerebro y los de la derecha, y los talentos corporales, emocionales y sociales», enumera González.

LA CLAVE EMOCIONAL / «En el centro de ese mapa -que los menores han tenido presentes en las paredes del local donde se han familiarizado con ellos- hemos situado los talentos emocionales porque, a pesar de que los mentales sean, habitualmente, los más valorados en nuestra sociedad, en el proceso de autoconocimiento personal que conduce a la autoestima, es esencial contar con una buena base emocional», esgrime Anna Fabregat. «Si conozco la emoción que siento, la puedo transformar, sé ponerle un nombre y expresar cómo me siento», esclarece Fabregat. «Y en esta propuesta de trabajo se contempla también aprender y experimentar que las emociones se contagian y se pueden transformar con la ayuda del movimiento, la danza, el teatro y las representaciones», explica la directora del proyecto.

Anna Fabregat ha concentrado su doctorado en Pedagogía, en la Universitat Ramon Llull -partícipe también como asesor del proyecto Tens Talent- a la exploración a fondo del talento como fuerza vital de las personas, e impulso para liderar sociedades con más autoestima. Y ese liderazgo -considera- empieza en la infancia. «El talento debe transformar el liderazgo del aula, a partir del descubrimiento de las capacidades de los niños. El enfoque debe hacerse en esas capacidades. Ser líder es transmitir el valor que tienen las personas, aquello que hacen intensamente. Hay que hacer pedagogía del talento, que hay muchos y de muchos tipos», declara Fabregat. Su trabajo tiene, entre otros referentes, a teóricos de las habilidades como el estadounidense Stephen R. Covey, autor de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, y a quien conoció personalmente en una de sus últimas visitas a Barcelona, antes de fallecer, en el 2012. Pero a Fabregat también le inspira el concepto de Areté, uno de los puntos centrales de la doctrina ética de  Aristóteles, según el cual, los hábitos que se hacen día a día nos perfeccionan como personas. «Talento y pasión hacen fluir a las personas, aquello que me gusta y se me da bien, se retroalimentan en la práctica diaria», puntualiza la inspiradora del proyecto Tens Talent, en el que han participado una treintena de niños a través del local social de CiberCaixa de Badalona, y en el que también ha colaborado el Consorci Badalona Sud y la Fundació Pere Closa.

«Durante las tardes del segundo trimestre de curso, los niños descubrieron y se ayudaron entre ellos a descubrir cada uno sus propios talentos», explica Deme González, una de las dos personas que, junto a Sílvia Cid, han acompañado a los niños y niñas en el proyecto. «A través de un dado en el que figuran los cinco grupos de talentos, trabajamos los de cada uno a través del El joc dels talents. Al final, cada niño acabó definiendo tres de sus talentos y el resto de compañeros aportó otros que también veían en él. Y se abordaron además los talentos que debería reforzar cada uno», señala González.

«La paciencia, la alegría y la empatía, que es meterse en la piel del otro», son los talentos que David Castro, de 11 años, dice haber descubierto que posee. «Una buena alimentación, por ejemplo» es, sin embargo, algo que sabe que debe cuidar más, reconoce el participante. Para su compañera en esta experiencia, Mane Mbow, de 9 años, «la buena alimentación, la velocidad, la elasticidad y la amistad», son -afirma- sus talentos descubiertos. «Tus talentos también sirven para ayudar a los otros que no tienen los que tú tienes», expresa Mane Mbow.

La Gimcana de Talents Saludables en Acció puso la guinda al final de esta primera experiencia piloto. El miércoles 18 de junio, niños y niñas participantes invitaron a otros compañeros de clase, vecinos y familiares a asistir como parte activa en un original itinerario. A través de diferentes comisiones, dedicadas a temas como la buena alimentación, o a los deportes alternativos, los propios niños dinamizaron una tarde en la que su aprendizaje sobre el valor de las capacidades personales se puso al servicio de su entorno.

El aprendizaje de un talento vinculado directamente al servicio que puede ofrecer como tal cierra el círculo más beneficioso para la sociedad. «Si existe una necesidad y tú tienes unas capacidades, además de un yo interior con voluntad de unir eso, es cuando tu tesoro puede fluir mejor», afirma Anna Fabregat. «Pero para ello es muy importante que el talento cuente con un entorno en el que se le permita resonar y desde el cual se favorezca ese talento y su desarrollo», enfatiza Fabregat. Por ello, el proyecto Tens Talent además de la yincana participativa abierta a padres y vecindario, ha incluido en su programa charlas con los padres para estimular su concienciación sobre el beneficio de conocer y potenciar las capacidades de sus hijos.