Cae en L'Hospitalet el mayor alijo de Europa de la droga de 'Breaking Bad'

Meth, cristal, meta, hielo o tiza, la metanfetamina tiene muchos nombres, distintas maneras de tomarla y un sólo final: la destrucción personal del consumidor. Los Mossos d'Esquadra se han incautado de 131 kilos de este poderoso psicoestimulante, una cantidad astronómica de este producto, el mayor alijo descubierto en Europa.

Las investigaciones sobre el tráfico de esta peligrosa sustancia que se cocina en laboratorio es especialmente complejo en Europa, cuyo consumo sigue siendo muy limitado. Al no existir menudeo y su venta en la calle ser muy residual cuesta armar investigaciones que van del camello al gran traficante. Sin embargo en Estados Unidos existe una plaga de consumidores adictos a la metanfetamina, una droga que algunos descubrieron en su particular enganche a la laureada Breaking Bad. En la serie de televisión, un aplicado profesor de instituto, padre de un joven discapacitado y marido de una mujer embarazada, decide convertirse en traficante de metanfetamina para asegurar el futuro de su familia tras serle diagnosticado un cáncer pulmonar terminal.

El alijo se descubrió en una nave de L'Hospitalet de Llobregat alquilada por un cártel mexicano que se había trasladado a España a controlar de cerca el largo viaje que la droga debía hacer desde que partió de los laboratorios de Jalisco, en México, hasta Australia, el destino final. La mercancía viajaba oculta en latas de piña en almíbar. Un error de  los traficantes provocó que entre la media docena de las 18.000 latas de piña que llegaron a un empresario que negociaba comprar la mercancía, en cuatro de ellas hubiera una pasta blanca, protegida con plástico, que el laboratorio de los Mossos determinó que era metanfetamina.

LOS MERCADOS / El cártel había creado una compleja infraestructura de produccion y distribución internacional de fruta que lograba dar apariencia de legalidad al auténtico negocio de los criminales: abastecer el mercado de metanfetamina.

El inspector del área central de crimen organizado de la División de Investigación Criminal de los Mossos, Antoni Rodríguez, desmenuzó ayer el modus operandi de esta organización que había conseguido pasar desapercibida en el complejo funcionamiento del tráfico internacional de mercancías. En ocasiones estas investigaciones salen bien gracias a un chivatazo, otras, por el análisis de la documentación que hace la Agencia de Vigilancia Aduanera, especialmente en las denominadas rutas calientes. Esta vez la suerte vino de la mano del fallo de uno de los cuatro detenidos.