BioCultura ofrece una gran variedad de alternativas al consumo lleno de químicos

Unas 700 empresas convierten Barcelona en el gran expositor de la vida sana y ética

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MAR ROCABERT / Barcelona

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BioCultura ha abierto este jueves las compuertas del gran canal de alternativas al consumo lleno de químicos en el que se ha convertido, con 21 ediciones celebradas en Barcelona. Hasta el domingo, los visitantes podrán descubrir los productos de 700 empresas y participar en 400 actividades, todo con el objetivo de darle la vuelta a una sociedad depredadora ofreciendo alternativas de vida más sostenibles y éticas.

La alimentación bio sigue llevando el gran peso en esta feria, con el 53% del total de expositores. Entre las novedades de este año, en que la acuicultura ecológica tiene mayor visibilidad, están los filetes de lubina ecológica Culmárex, distribuidos por Ecoviand, que también lleva otros productos de pesca sostenible. Esta conserva contiene lubina de crianza ecológica, aceite de oliva virgen extra eco y sal.

Una de las novedades son las pastas artesanales de legumbres, elaboradas sólo con harina de garbanzos o de lentejas de agricultura ecológica, de la marca francesa Lazzaretti que distribuye la empresa Naturlike. La pasta tiene forma de espiral y necesita cinco minutos de cocción. Después se acompaña de la salsa que se desee, consiguiendo una manera diferente de comer legumbres, que seguramente convencerá a los más pequeños.

Agua de mar y de manantial

De las aguas de Ibiza y Formentera llega Agua de Mar, una empresa familiar que comercializa el agua de mar en botellas para beber o en envases más grandes para cocinar. Desde su barco, recogen la materia prima de las aguas hiper oxigenadas por las praderas de posidonia y las corrientes de las aguas de las islas, y la ofrecen como un producto idóneo porque contiene la gran mayoría de minerales que necesita el cuerpo. Se puede tomar en un vaso de chupito o diluir esa cantidad en otra bebida, a gusto del consumidor.

También por el agua se mueve Flaska, una botella de cristal con una funda que puede ser de diferentes materiales, convertida en una fuente personal de agua de manantial. El objetivo es recuperar el cristal, más sostenible, para beber agua, y recubrirlo con una funda de neopreno, silicona o algodón para protegerlo. Los tapones están hechos de corcho natural y la magia de manantial la ofrece una tecnología de programación del sílice (TPS), que reestructura el agua para devolverle su estado natural, anterior al efecto vibracional que sufre en el transporte.

Cosmética natural y de proximidad

Uno de los sectores que más crece este año en BioCultura es la cosmética natural, y sobre todo elaborada por empresas españolas. Un ejemplo es la firma de la Franja Karicia, que después de varios años ofreciendo productos naturales para centros de estética, acaban de lanzar una línea para consumo doméstico, llamada Naturk, que tiene, entre otros, aceite de rosa de mosqueta.

Después de unos años cultivando árnica de forma natural en Taüll para otros fabricantes de cosméticos ecológicos, Taüll Organics se ha lanzado a elaborar sus propios productos, con el árnica como base principal. Tienen geles, toallitas y cremas hechas con esta planta, muy popular en la zona desde antaño para relajar y calmar las inflamaciones. Además, cultivan otras especies de plantas, como la flor de nieve y la caléndula, con las que también piensan hacer productos propios.

Moda sostenible

Otro de los sectores que va creciendo es el de la moda sostenible, y la feria se hace eco de ello. El portal de promoción y venta Sunsais tiene por tercer año consecutivo un 'showroom', en el que da a conocer varias marcas, como las camisetas de tencel y algodón orgánico de Out of Office, los bolsos de cuero reciclado de Use or Leave o los diseños a medida de Juana barranco, para hombre, mujer y niños.

A parte, hay otros expositores de ropa hecha con tejidos orgánicos, como las camisetas y sudaderas de la francesa EcoLoco, que trabaja desde su taller de Montpellier; los diseños hechos a mano con proveedores locales para niños y bebés de la firma catalana Badabadoc; o la ropa interior de algodón orgánico de Maripuri Tijeritas, una donostiarra que también hace a mano compresas y pañales con tejidos orgánicos.

Como gran feria de la vida alternativa, en BioCultura también hay espacios donde conocer la red de iniciativas educativas Waldorf, iniciada por el conocido pedagogo alemán; la guía de turismo rural y agroturismo Ecotur, que ofrece vacaciones para vivir la naturaleza; la aseguradora ética Arç, especializada en seguros para economía social y solidaria; o la revista 'Ets el que menges', que ya ha cumplido tres años con 8.000 socios y 100.000 visitas mensuales.