REGRESO A LAS AULAS

'Bienvenidos' a la LOMCE

Las escuelas catalanas inician en 15 días la implantación de una 'ley Wert' diluida

Inicio de curso el año pasado en una escuela del Vallès Occidental.

Inicio de curso el año pasado en una escuela del Vallès Occidental.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / Barcelona

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Los aproximadamente 250.000 estudiantes catalanes que el próximo día 15 empiezan primero, tercero y quinto curso de primaria -o, lo que es lo mismo, la primera hornada de alumnos de la ley orgánica para

la mejora de la calidad educativa (LOMCE)- no van a tener que comprar libros nuevos, ni perderán horas de catalán respecto a sus compañeros del año pasado. Tampoco dejarán de estudiar ni música ni plástica, ni tendrán menos tiempo de recreo por culpa del incremento de asignaturas que acarrea la implantación de la controvertida reforma educativa del ministro José Ignacio Wert.

Todo apunta a que la transición hacia la LOMCE en las aulas catalanas va a ser, al menos este primer curso 2014-2015, una transición sin excesivos sobresaltos. Así se desprende de la carta que el viernes recibieron los miembros de la junta central de directores de primaria y que hoy llegará a los responsables de los más de 2.300 colegios públicos y concertados de Catalunya.

Al tratarse solo de unas instrucciones (y no de un decreto publicado en el diario oficial, como han hecho otras comunidades autónomas), la Generalitat ha evitado que sus directrices puedan ser recurridas por el Gobierno central.

En la misiva, la nueva directora general de Educación Infantil y Primaria, Carme Ortoll, recuerda que en este curso, a diferencia de los anteriores, los profesores tendrán que evaluar a sus estudiantes de tres asignaturas nuevas. Dos de ellas, Conocimiento del Medio Natural y Conocimiento del Medio Social, se explicarán en clase de forma conjunta, como se ha venido haciendo, de hecho, en los últimos 23 años.

La tercera asignatura (que los alumnos han tenido que escoger entre Religión y Educación en Valores Sociales y Cívicos) «también tendrá que ser objeto de evaluación», cosa que hasta ahora no ocurría.

«Hay que reconocer que esta vez la Conselleria d'Ensenyament ha intentado enredar lo mínimo posible y eso va a facilitar bastante el trabajo de los maestros y la adaptación de los estudiantes», admitía la semana pasada la secretaria del área de Educación en CCOO en Catalunya, Montse Ros. Además, «tal como se han dado las instrucciones -agrega Ros-, las escuelas que tienen proyectos pedagógicos singulares, como las comunidades de aprendizaje, pueden seguir como hasta ahora».

A los docentes les preocupa bastante más qué ocurrirá el curso siguiente, el 2015-2016, cuando -si nada lo impide- está previsto que la LOMCE llegue a la educación secundaria y se realice la primera evaluación de sexto de primaria según los criterios fijados por el Gobierno central para toda España.

«Efectivamente, este septiembre no se prevén grandes cambios, entre otras cosas porque la Administración catalana ha hecho un esfuerzo por mitigar el primer impacto de la reforma, pero eso no significa que los movimientos de resistencia contra la LOMCE se hayan dado por satisfechos», avisa Jaume Aguilar, presidente del Marc Unitari de la Comunitat Educativa (MUCE).