Así retraté a Juan José Padilla

Hice la foto de Juan José Padilla el 4 de marzo de 2012. Está realizada en el patio de cuadrillas de la plaza de toros de Olivenza, en Extremadura, mientras se preparaba para realizar el paseíllo. Era la primera vez que el de Jerez volvía a torear después de su grave cogida en Zaragoza. La plaza era una locura, no cabía nadie más. Padilla era el centro de atención absoluto. Los aficionados le rodeaban y su cuadrilla buscaba la manera de que tuviera algo de aire alrededor. La foto es absolutamente espontánea, como todas las de mi reportaje. Soy fotógrafo de la agencia internacional de noticias Associated Press y, además de noticias y deportes, en aquel momento estaba interesado en un trabajo a más largo plazo sobre tradiciones y ritos.

Quizá por eso, sabía que el momento en el que los toreros se calan la montera es siempre interesante desde un punto de vista estético, y que transmite emociones. La montera, como todo en el mundo del toro, es un objeto específico. Y a mí me interesa mostrar esos rasgos diferenciadores. Cuando se la calan, cada matador lo hace a su manera y supongo que para cada cual tendrá significados diferentes. Yo buscaba exactamente esa foto. Pero cuando la hice no me paré a revisarla. Aún tenía mucho por hacer y no quería perderme ningún momento. Seguí disparando. Normalmente, hasta que llego al hotel y veo todas las imágenes, no valoro cuál es mejor. Y esa apreciación de la mejor suele cambiar con el paso del tiempo.

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